Se acercan las elecciones y aunque
tenga más que decidido lo que voy a votar o contra votar, no puedo por menos
que reflexionar largo y tendido sobre las posibles o deseadas repercusiones
electorales que pueda acusar la coalición nacional-derechista catalana (CiU).
Tengo la amarga impresión -y me
gustaría equivocarme estrepitosamente- que esta coalición no va a acusar
pérdida electoral ninguna a causa de sus políticas neoliberales que se ceban
sobre las capas sociales más dependientes del estado del bienestar.
Muy a pesar de los salvajes
recortes en sanidad, y aun habiendo sucedido cosas bastante desagradables que presuntamente
han costado y cuestan vidas o calidad de vida de los enfermos, estos no han
acusado en serio los efectos de los recortes y esto no tiene otro culpable que
los propios profesionales que en todo momento no han hecho otra cosa que
multiplicar sus esfuerzos para no dejar a nadie solo con sus dolencias. Me temo
que los usuarios del sistema público de salud no son conscientes de la
situación y prueba de ello es su ausencia o presencia poco más que testimonial
en las movilizaciones llevadas a cabo por los trabajadores. Voy a omitir
expresamente a los médicos ya que creo que han estado buscando en todo momento
salvar su situación y para ello no han dudado en servirse de la movilización
permanente de los otros estamentos. Ellos quieren hacerse una foto con el
President Mas y están cerca de conseguirlo, pero mucho me temo que además de la
foto recibirán un abrazo de oso que les va a quebrar todos los huesos. Uno no
puede juntarse con mala gente y salir indemne y si no al tiempo.
El conjunto de la sociedad tiene
una idea deformada o equívoca del personal sanitario, creen que los sanitarios
gozan de unos abultados salarios y de unos privilegios poco menos que
indecentes. Ignoran que la precariedad laboral es una realidad desde hace años
y que los contratos basura son moneda corriente.
¿Estatuarios? Claro que los hay,
han ganado su puesto salvando los obstáculos y pruebas acordadas por la ley
¿deben sentirse culpables por ello? Sinceramente creo que no. Por otra parte el
porcentaje de personal estatutario está en retroceso a favor de los interinos y
contratados a los que antes hice mención.
La mayoría de los que se han
inhibido ante la situación creada por el govern, creen que hacía falta recortar
y sin embargo no están dispuestos a sufrir ninguna merma en la calidad de la
asistencia. Dan por buenos los recortes salariales ya que a ellos no les
afectan y seguramente muchos de ellos atribuyen la situación actual a la escasa
productividad.
El usuario no piensa nunca en el
valor económico de lo que muchas veces exige (visitas forzadas a especialistas,
pruebas complementarias, analíticas, medicamentos que acaban almacenados y
caducados en los cajones, transporte sanitario y un largo etc.). Pedir un poco
de corresponsabilización con el gasto sanitario por parte de la administración
no estaría de más. No recuerdo que esto se haya ni insinuado nunca y no me
extraña, pues esto si tiene coste político, sin embargo cuando más o menos
subliminalmente se induce a la ciudadanía a que crea que los sanitarios son en
buena parte culpables de la molicie actual, sí es rentable o por lo menos no
supone un desgaste político-electoral evidente.
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