jueves, 26 de marzo de 2009

¿QUIÉN MANDA EN LOS MOSSOS D'ESQUADRA?

Este sanedrín será llamado en breve para auditar y poner orden en la policía catalana


Aunque hayan transcurrido unos cuantos días no me resisto a hablar de los Mossos d’Esquadra, del Conseller Saura y del entorno que han protagonizado los desagradables incidentes con heridos en los dos bandos, así como una polémica florida, reiterativa y cansina en las tertulias de los medios de comunicación.

Todos quieren tener razón y quieren dar a entender que poseen la clave, el origen del problema y de los males que lo provocan.
A estas alturas, cabe preguntarse quien o quienes mandan en los Mossos, quien o quienes mueven hilos, influencias y resortes que pueden hacer zozobrar el barco de la policía catalana, que se ha pretendido vender a la población cómo una policía diferente, democrática y alejada de los tics autoritarios de la “otra” policía, aquella que vestía de gris, después de marrón y ahora de azul, amén de la que vestía y sigue vistiendo de verde.

La policía en un país democrático debe garantizar y velar por el orden democrático, hable esta en catalán, castellano o indoeuropeo y los porrazos duelen igual si se dan en catalán o en castellano. Que nadie se llame a engaño. El compadreo con la policía no es de recibo en ningún estado democrático, la policía no puede cerrar los ni pasar de largo ante ninguna alteración del orden democrático sea quien sea el que la provoca y su profesionalidad y estricta observancia de las leyes debe presidir sus actuaciones.

Lejos quedan las complicidades de la policía de la transición con las tramas negras de extrema derecha. Si en aquella época lo censurábamos ahora deberíamos censurar también cualquier convivencia policial con actitudes incívicas o antidemocráticas.

El cuerpo de Mossos d’Esquadra fue una apuesta de los gobiernos de CiU y su despliegue vio la luz en aquella etapa en que Aznar hablaba catalán en la intimidad y necesitaba los votos nacionalistas catalanes en el Congreso para sacar adelante sin demasiadas estrecheces sus políticas neoliberales.

Con el cambio de color político en la Generalitat la mano de hierro de Montserrat Tura dio lugar a que la policía catalana no de caracterizara por nada bueno ni malo, doña Montse llevaba las riendas del cuerpo con guante de seda y mano de hierro, incluso cuando se dedicó a visitar burdeles en la zona del Alt Empordà.

Con la llegada de José Montilla a la presidencia de la Generalitat las cosas dieron un vuelco en la policía pues el joven Saura presidente de ICV, reclamó para su formación la siempre conflictiva cartera de interior.

La primera reunión con los jefes de la policía después de tomar posesión del cargo, fue a cara de perro, esos mandos le desafiaron; ahí perdió Saura toda su autoridad, al no cesar de inmediato a la cúpula de los Mossos.

A parir de ahí todo se complicó, trascendieron filmaciones de malos tratos en la comisaría de les Corts y las actuaciones de los Mossos siempre estuvieron rodeadas de polémica.

Todo lo que ha acontecido en esa policía ha dado lugar a pensar que era algo parecido al ejército de Pancho Villa y que el desgobierno presidía el día a día.

Estoy convencido que la poca estima y respeto que se tiene por Saura en la policía catalana se la ha ganado a pulso, pero no es menos cierto de que ahí hay una o varias manos negras que se esfuerzan en dejar constantemente en evidencia a Saura y al Gobierno de la Generalitat, como una medida de desgaste constante siempre a favor de CiU.

Los sindicatos policiales reman a favor de sus intereses, los mandos lo hacen a favor de quienes les nombraron y en contra de quienes no les cesaron y el resto lo pone Saura con su incompetencia e inutilidad más que manifiesta.

Saura políticamente procede del viejo PSUC (pobre PSUC) y está contribuyendo a dilapidar el prestigio y credibilidad que tuvo aquel partido de lucha y de gobierno, cualidades que quedaron demostradas sobradamente cuando en democracia las gentes de este partido asumieron responsabilidades de gobierno.

jueves, 19 de marzo de 2009

"PORCILE"

Estoy bastante entretenido ojeando los periódicos, escuchando la radio y leyendo algunos posts de los blogs que medianamente sigo de forma transversal u oblicua en algunos casos.

Me produce cierto grado de estupor conocer la marcha de la comisión de investigación creada en el Parlamento de la Comunidad de Madrid para aclarar el feo asunto de los espías a sueldo de doña Esperanza Aguirre.

Llego una vez más a la conclusión de que quien fija el reglamento, puede hacer lo que quiera y dar carpetazo cuando las cosas se ponen feas. Lo que de verdad me preocupa es el efecto que tienen determinadas prácticas en el seno de la sociedad civil, por la forma en que pueden encajar estas chapuzas parlamentarias y sus consecuencias y repercusiones a la hora de ser llamados a las urnas. El torticerismo parlamentario hispánico es un pozo insondable que es capaz de sorprender hasta a los más avezados expertos en triquiñuelas parlamentarias como Panella, que era capaz de estar hablando ocho horas para obstruir una votación que sabía perdida. Entendería que en vista de lo que hay, la abstención aumentara unos cuantos puntos más aunque yo no sea partidario de no ir a votar aunque después me cabree con el receptor de mi voto.

Llego a la conclusión de que la sociedad está bastante enfermita, aquejada de múltiples patologías que hacen que percibamos un embrutecimiento cada vez más grande en las gentes y sobretodo en las gentes más jóvenes. Quiero referirme con este preámbulo al caso de la chica sevillana que fue violada, asesinada y tirada quien sabe donde por unos jóvenes ociosos carentes de autocontrol y de los más mínimos niveles de empatía o compasión hacia sus semejantes.

Estos jóvenes imputados por el asesinato de la joven han tomado el pelo al juez, a la policía y al conjunto de la sociedad prestando declaraciones falsas y engañando a todos, todo ello sin mencionar el incremento de sufrimiento y angustia que debe añadirse al de por si insoportable dolor que deben soportar los familiares.

Mientras esto sucede, el Santo Papa de Roma se permite hacer declaraciones a troche y moche que han indignado al mundo civilizado laico y más o menos creyente.

Las palabras de Benedicto XVI condenando el uso del preservativo suponen una sacralización del disparate, de la incuria y del sectarismo más ultramontano que caracteriza y ha caracterizado a la Iglesia Católica.

El Papa seguramente no debe saber que no puede parar el mundo, que siempre se ha fornicado, con condón o sin él y que en los tiempos del HIV con veintidós millones de seropositivos en el continente africano, es una inmoralidad condenar a toda la población a ser víctima del contagio.

Estamos ante una de las peores ofensivas de la iglesia en el terreno de intentar recuperar el predominio espiritual sobre la ciudadanía, prueba de ello es la campaña que ha lanzado la Conferencia Episcopal española en la que pone al lado de un bebé crecidito un lince ibérico. La manipulación y el uso fraudulento de las imágenes son nauseabundos.

Un feto de 18 semanas no es un bebé, no es un ser vivo capaz de sentir, llorar, quejarse o succionar y ellos lo saben y aún así, son capaces de lanzar esta vergonzosa campaña con el soporte de la derecha más rancia y reaccionaria.

No se extrañen los señores de la mitra y el escapulario que las iglesias estén cada día más vacías, que la indiferencia o el desprecio por ellos vaya en aumento hasta hacerse insalvable.

martes, 10 de marzo de 2009

BERNAT SORIA DIXIT.....





El Ministro de Sanidad Bernat Soria ha puesto el dedo en la llaga al hablar de la falta de médicos en España. Sin embargo, sólo ha hablado de los médicos, que si bien son una pieza fundamental del sistema sanitario, las enfermeras no la son menos y se las ha dejado en el tintero; quiero suponer que ha sido un lapsus.

El número de profesionales sanitarios que entrarán en el periodo de jubilación, dentro de pocos años, serán legión y el hueco que dejarán en sus puestos de trabajo se va a notar y no poco precisamente. Me refiero a la cantidad de profesionales y cómo no a la calidad de sus saberes.

¿A qué se debe esta falta de profesionales? Las causas son multidisciplinares y hay que buscarlas en primer lugar en la falta de comunicación existente el formador y el contratador. El contratador debe prever cuántos profesionales va a necesitar en un periodo concreto de tiempo y el formador (universidad y escuelas) debe ponerse manos a la obra para satisfacer estas necesidades.

Dijo el ministro quejosamente que para acceder a la carrera de medicina se exige haber conseguido una nota muy alta en la selectividad, y mientras tanto, estamos convalidando títulos de profesionales de otros países a un ritmo de 3.500 al año.

Yo le diría al ministro que menos quejarse y más arremangarse para poner solución a las trabas que dificultan el acceso a las facultades de medicina.
¿Acaso no se habla con el ministro que entiende de este asunto universitario? ¿Es tímido el señor ministro?

Detrás de estas afirmaciones del titular de sanidad hay un grave problema. Durante muchos años se ha mantenido el numerus clausus en medicina por la vía de cerrar la mano y frenar el acceso. Esto ha llevado a mantener una estructura formativa y docente limitada en todos los aspectos, lo que hace bastante difícil cambiar la tendencia y dejar que de la noche a la mañana se llenen las facultades de jóvenes deseosos de ser médicos cuando sean mayores. Esto desbordaría las capacidades docentes y supondría bajar el nivel de forma considerable.

El periodo formativo de un médico dura 10 años; este periodo comprende los seis años de carrera más cuatro de especialidad. Este periodo no es precisamente corto, pero tampoco es largo si se toma en consideración la cantidad de conocimientos y prácticas que el futuro profesional debe acumular para ejercer la profesión con soltura.

Otro problema importante es el de las especialidades. En el sistema sanitario faltan pediatras y anestesistas y seguramente hay excedente de profesionales de otras especialidades. Esto obedece a la falta de coordinación que he señalado al principio. No se puede asignar un número de plazas de MIR a boleo sin elaborar un plan a medio y largo plazo que contemple las necesidades reales de cada especialidad.

Mención especial merece referir el éxodo de profesionales a otros países de nuestro entorno que, agotados de buscar estabilidad en el empleo y una retribución digna, han optado por marcharse a otros países, donde han encontrado lo que se les hace difícil encontrar aquí. Este capítulo que se refiere a la diáspora de profesionales, es válido tanto para médicos cómo para enfermeras.

Especial atención merece la repercusión en el sistema de salud de los cambios sociales, la inmigración y el envejecimiento de la población por un aumento de expectativa de vida constatado en los últimos años, que comporta patologías que requieren tratamiento especializado y que hasta hace poco, no tenían casi repercusión en el sistema público de salud.

La solución a estos problemas es multidisciplinar y requiere transformaciones y reformas en profundidad que proporcionen soluciones adecuadas a problemas reales, contemplando la inversión en conocimiento, investigación y formación, ensanchando la miope perspectiva que ha regido en España tradicionalmente para estos asuntos. No en vano alguien dijo “que inventen ellos”.

miércoles, 4 de marzo de 2009

LABERINTO VASCO


Estos dos caballeros desayunan callos siempre que pueden.


Las elecciones en Euskadi de este pasado domingo, han dado un vuelco a la situación política de aquella comunidad.

Ni la victoria del PSOE ha sido tan grande ni la derrota del PNV ha sido tan amarga por esperada y deseada por muchos.

La situación en Euskadi es complicada siempre, cualquier cuestión que tenga que ver con aquel país tiene elementos que añaden un plus de paroxismo e incertidumbre, pues allí dos y dos no siempre pueden sumar cuatro.

Si cierto y notable es el avance del PSOE, no veo el retroceso del PNV y su equidistancia calculada de forma muy evidente.

La disposición de Patxi López de encabezar un gobierno en minoría, puede ser fruto de un exceso de entusiasmo. No lo veo posible, ni práctico ni viable habida cuenta de la situación económica por la que atravesamos. Estas coyunturas económicas adversas con un paro galopante y una incertidumbre desmotivadora, requieren gobiernos fuertes, capaces de transmitir confianza y firmeza en su acción diaria.

No se puede abstraer el fenómeno crisis del resto de serios conflictos que vive aquella sociedad.

Al nacionalismo le tocaría apearse del poder por higiene democrática pero las urnas han dado unos resultados que hacen difícil prescindir de esa opción en las circunstancias actuales.

Los problemas referidos que afectan a la sociedad vasca en su conjunto, además del de la violencia, requieren un esfuerzo y un ejercicio de responsabilidad por parte de las principales fuerzas políticas capaces de formar gobierno, de lo contrario, harán un flaco favor a quienes les han otorgado su confianza.

Si estamos de acuerdo en que los votos dan un valor a cada fuerza política en usufructuo, ese valor o llamémosle capital de confianza, debe administrarse en favor de quienes lo otorgan, hacer lo contrario, no hace más que contribuir al alejamiento y desinterés de la ciudadanía por la política.

El nacionalismo, tiende a creerse único depositario y garante de las esencias y valores de la comunidad que gobierna, tendiendo a establecer una línea invisible pero perceptible que separa peligrosamente a unos y a otros, o dicho de otra forma, los buenos y los malos. Cuando el poder se ejerce durante demasiado tiempo, crea clientelas, familias y redes capilares en la sociedad civil que copan infinidad de instituciones de todo tipo, intentando así mantener zonas de poder y control cuando se deja de detentar el poder político.

Lo que acabo de referir, por sabido lo debería tener presente Don Patxi López en el caso de que se le ocurriera sumarse el apoyo envenenado que le ofrece el PP de Basagoiti para configurar un “gobierno constitucionalista”. Miedo me dan estos constitucionalistas casposos de pelo engominado y misa casi diaria.

Bajo mi punto de vista, no se puede prescindir en estos momentos de nacionalismo para gobernar Euskadi y la solución debería pasar por un entendimiento entre PNV y PSOE. Las demás soluciones, me parecen cuanto menos poco prácticas a efectos de gobernabilidad y no harían otra cosa que llevar al PSOE el terreno pantanoso del PP y no tardaría en verse defender posturas radicales del nacionalismo españolista más rancio.

Para que esta solución viera la luz, Ibarretxe debería aparcar sus delirios soberanistas y tomar consciencia de que con la mitad más uno no se puede llevar a término procesos secesionistas cómo los que a él le quitan el sueño, teniendo en cuenta además, que no todo el PNV estaría ni está de acuerdo con esa aventura.

De momento, ya se empiezan a ver los primeros escarceos amorosos entre PNV y PSOE, creando una tensión que más parece un flirteo previo al preludio del apareamiento; aunque todo hay que decirlo, nos harán sufrir un tiempo antes de consumar el pacto.