lunes, 4 de octubre de 2010

ESTUPIDEZ, ANOREXIA Y BULIMIA




A raíz de haber colgado una foto en un red social, se han producido una serie de comentarios que me han convencido de le necesidad de escribir algo sobre el tema. La foto que colgué hablaba por si sola, se trata de una pintada realizada justo al lado de una tienda de ropa. La contundencia de la afirmación de la persona que realizó la pintada no ofrecía lugar a dudas: “La talla 38 me aprieta el chocho” ¿Queda claro?


Me atrevo a afirmar que esta mujer está hasta ahí mismo (el chocho), de que le hagan creer que ha engordado, que debe corregir sus hábitos alimentarios ya que de lo contrario se alejará cada día más del patrón que viene fijado por la modas o las modas y será objeto del ninguneo progresivo de su entorno de amigos y amigas que sí están dentro de los parámetros de peso y talla marcados por el tinglado de la moda y los intereses que ésta defiende a capa y espada. Esta situación motivada por verse apartado o no admitido en el grupo de los “normales” crea en muchas ocasiones un serio problema si la persona en cuestión no tiene la cabeza en su sitio o medianamente bien amueblada.


La baja autoestima por no ser admitido, por no ser como los demás es la primera estación de un vía crucis largo y penoso que no siempre acaba bien.


Las patologías sociales en este caso desembocan en patologías somáticas creadas por este endiablado sistema que no hace más que embrutecer a las personas, para después endosar las consecuencias de esta molicie al Sistema Público de Salud.


Al hablar de patologías somáticas me refiero a la anorexia y a la bulimia, que en no pocos caso son irreversibles y acaban en muerte.


Las personas jóvenes, con un peso bajo, un nivel de autoestima bajo, dependiente del núcleo familiar, inmaduras, con miedo a la madurez sexual y temor a asumir responsabilidades y tomar decisiones, conformarían un perfil de candidato a padecer anorexia o bulimia.


La persona anoréxica padece una distorsión de la imagen de su propio físico que rechaza, siempre que tiene un problema, manifiesta actitudes depresivas, suele probar toda clase de dietas para rebajar su peso, tienen una actitud hostil hacia el entorno y se manifiestan irritables. Suelen tomar diuréticos y laxantes para ayudarse. No es extraño que intenten compensar su “exceso de peso” aumentando la actividad física (Vigorexia), disminuyendo al mismo tiempo la ingesta de alimentos.


La anorexia y la bulimia tienen un patrón parecido aunque ambos trastornos sean diferentes.

A diferencia de la anorexia, la bulimia se caracteriza por episodios de grandes ingestas de alimentos que son rechazadas casi de inmediato con la provocación del vómito y/o la toma de laxantes y otras sustancias.


La persona anoréxica siempre come poco (cuando come), evitando las grasas y los hidratos de carbono. En la bulimia la ingesta voraz puede ser de cualquier alimento que se tenga a mano, sin descartar los dulces y pasteles.


Después de esta necesariamente breve introducción, creo que podemos hacernos una idea del alcance de estas patologías de etiología social pero con un alto grado de complicidad en la industria, léase de la moda, de los productos farmacéuticos y de todos los que ahí pueden rebañar algún dinero, sin dejar de lado el perverso mundo de la publicidad.


Los jóvenes (las adolescentes son las más firmes candidatas a caer en la anorexia), en esta sociedad competitiva, cada día más carente de valores positivos, están inermes (o casi) frente al bombardeo de imágenes que les incitan a querer ser cómo el otro, cómo el que ha triunfado. El mensaje que reciben constantemente les incita a compararse con los estereotipos vigentes de belleza que la industria ha creado, con cuerpos perfectos que son la puerta de entrada a esa arcadia que no existe y en la que todo está al alcance de la mano sin el más mínimo esfuerzo.


Ése mundo tan ideal que pinta la publicidad además de fomentar la más salvaje competitividad e individualismo se miran estos jóvenes candidatos al triunfo, lo tremendo es que lo que ven no les gusta, no se parece en nada a lo que les rodea y lo que son y nada más lejos de lo que quieren ser. Así emprenden este viaje que se inicia con una baja autoestima y acaba en el hospital. Nada más diferente a lo prometido.


Si algo cabe esperar de la política es que cuidadosa como debe ser de las cosas que afectan a todos, introdujeran elementos reguladores y coercitivos a este engaño que se produce con las tallas. La talla 38 debe ser la misma en todas partes para no hacer creer lo que no es y contribuir a que nuestros adolescentes no se monten castillos en el aire, aunque lo peor de todo es lo que se ha señalado más arriba: la falta de valores que musculen la personalidad del adolescente.


miércoles, 21 de julio de 2010

EL SUFLÉ QUE NO BAJA






Estamos a mediados de julio, en plena canícula con los mismos problemas que antes de que llegaran estos calores, sin embargo, el suflé del Estatut no se deshincha, no cae ni a la de tres.

Quizá tenía Zapatero la ilusión de que con los calores nos olvidaríamos del Estatut, del Tribunal Constitucional y de la mala leche que la sentencia ha creado en la sociedad catalana.
No ha sido así, el agravio, el recochineo y las ganas de enrarecer el ambiente más de lo que ya estaba por parte de la caverna mediática de Madrid y la derecha extrema, han calado en el tuétano de la sociedad civil catalana y parece que también el la clase política que nos representa.

Ante la situación creada por la sentencia y la reacción multitudinaria de la sociedad civil que tomó las calles de Barcelona el 10 de julio, cabe preguntarse cómo van a solucionar esta papeleta. Lo cierto es que nada es igual después de la manifestación del día 10 y el núcleo duro del poder debería tomar buena nota de ello si no quiere seguir generando independentistas y agraviados de distinto signo con derecho a voto.

El panorama político catalán con unas elecciones a la vuelta de la esquina, está más embrollado que nunca: Los diputados socialistas catalanes votan en el Congreso en contra de una resolución que han votado afirmativamente sus homólogos en el Parlament, ¿Esto qué es? A la ciudadanía se le hace bien difícil entender estas situaciones y alguien debería hacer un esfuerzo de pedagogía y explicarlo bien si es que puede.

Las en cuestas señalan a CiU como ganador absoluto en estas elecciones de otoño, no sé si estos datos son fiables ni cuándo se hizo la encuesta, pero lo cierto es que el Govern de progrés no goza de un nivel de aceptación elevado, tampoco sé si los miembros que han integrado este tripartito se sienten con fuerzas suficientes como para volver a proponer una forma de gobierno parecida.

Algo me da en la nariz de que se puede estar preparando una fórmula que se conoce con el nombre de socio-vergencia, es decir, un gobierno de coalición entre nacionalistas y socialistas. No descartemos esta posibilidad aunque todavía queda partido que jugar y CiU está muy pringada por el escándalo Millet y el desvío de fondos del Palau a las arcas de ese partido. Quizá coaligarse con los socialistas sería una forma de capear el temporal desde el poder llevando a cabo aquella vieja fórmula denominada intercambio de cromos.

Los socialistas tendrían que estudiar muy en serio si les vale la pena conservar cuotas elevadas de poder a cambio de meterse en la cama con CiU. Montilla me decepcionaría más de lo que ya me ha decepcionado que no es poco.

Ciertamente, el PSC-PSOE es un partido bien raro y del que nunca seré miembro. Había quien decía que con la marcha de Maragall, se había acabado la era de los socialistas del Paseo de Gracia hacia arriba y que había llegado la hora de los dirigentes sin pedigrí catalán tipo Montilla. Me alegro de que esta generación de no nacidos en Catalunya ocupe cargos de responsabilidad en la política y en los partidos, esto debe ser así en una sociedad que se reclama plural e integradora como la catalana. Lo que sucede sin embargo, según mi modesto entender, es que ha habido un pacto entre el sector Sant Gervasi y el otro sector que se mueve en un área geográfica más difusa que vive y trabaja en el Baix Llobregat.

Este área del Baix Llobregat ha dado excelentes alcaldes para la democracia y algún que otro pésimo Ministro de Trabajo como es el caso del exalcalde de l’Hospitalet.

Hay que señalar también que esta área integra el grupo más numeroso de militantes socialistas en Catalunya y que sin duda son el grupo más proclive al PSOE. Tenemos dos partidos en uno y este fenómeno hay que entenderlo para comprender muchas de las decisiones que toma el PSC-PSOE en este país tan variopinto que es Catalunya.

miércoles, 3 de marzo de 2010

EL BERRINCHE DEL CONSELLER HUGUET



Con algo de asombro he escuchado las declaraciones del Conseller Huguet en las que pone de manifiesto y denuncia una suerte de complot contra el Govern actual de la Generalitat de Catalunya.
A buenas horas este buen hombre se destapa y nos viene con esas. El menosprecio, la ocultación de noticias positivas y el cuestionamiento de la solidez de este gobierno ha sido una constante desde el inicio de su andadura, por parte de medios como la Vanguardia, que han estado siempre al servicio la derecha catalana más rancia y casposa. La Vanguardia ha apostado siempre por la derecha, sea esta nacionalista o no.
El Conseller Huguet, dice textualmente que la campaña de desprestigio viene desde sectores y personas del centro-derecha y que se abstiene de decir nombres. Para decir esto mejor no decir nada, ya puestos creo yo que una vez se empieza es mejor vaciarse y soltar lo que se tenga que soltar.
Me sorprende que Huguet hable de determinados medios y personas y sin embargo no hable ni diga nada de lo que acontece en TV3, que sistemáticamente ignora, oculta y menosprecia al Govern y a su President. Es bien cierto lo que dijo Joan Ferrán en cuanto a ese medio público, pero desde el legítimo gobierno de Catalunya se ha claudicado ante la desfachatez de los periodistas y directores de aquella casa que mantenemos entre todos.
El Govern, debería tomar ejemplo de Patxi López que entró en Euskal Telivista con mano de hierro barriendo sin que le temblara el pulso a lo más sectario de aquella casa, que como TV3 pintaba un país que no era el real, un país en el que no tenían cabida los que no fueran orgullosos descendientes de Sabino Arana o Xavier Arzalluz.
Parece que el President Montilla, que en privado reconoce que TV3 es un problema para su gobierno, no quiere, no sabe o no se atreve a meter mano a ese medio público que no pierde oportunidad de ningunearle y relegarle a los dos últimos minutos del informativo cuando está inaugurando un tramo de la línea de metro más larga y moderna de Europa, que quedará como una infraestructura pública para muchas generaciones. Mientras los directores de los informativos dan amplia cobertura a las consultas populares en las que se “decide” sobre la independencia de Catalunya.
A la incapacidad del Govern de comunicar y explicar lo que hace, se añade ese bunker mediático que desde el primer minuto en que se `puso en marcha este gobierno, inició su particular cruzada destinada a hacer invisible la acción de gobierno, destacando, eso sí, todos los posibles desencuentros y roces entre las diferentes formaciones que lo integran.
El problema principal no es que le pongan la proa desde un medio público al Govern, lo grave es la incapacidad de hacer frente a ésta situación.