jueves, 27 de marzo de 2008

ENFERMERAS


En este país parece que no pase el tiempo. En algunas ocasiones, nos asaltan noticias que así lo hacen pensar.

Hay pequeñas ínsulas en las que rigen las leyes y normas preconstitucionales.
Esta vez ha sido en Cádiz, en una clínica privada. En este clínica las enfermeras se han negado a seguir una norma dictada por la empresa que atentaba contra la Ley de Igualdad y seguramente también, contra un buen puñado de leyes laborales.

Estas enfermeras gaditanas, tenían que vestir obligatoriamente con falda, de un determinado largo y por no quedarse cortos, también una cofia de lo más anticuado.

No quiero ser malpensado pero a más de un empresario o director de recursos humanos se le tendría que dar un buen repaso sobre los tiempos que corremos y las leyes que rigen las relaciones laborales, que aún dejando bastante que desear, dejan algunos extremos bastante claros y nada susceptibles de interpretaciones equívocas. El decir: “Aquí se hace lo que yo diga” no vale para todo.No sé lo que mueve a la dirección de esta clínica a obligar a sus enfermeras a vestir obligatoriamente con falda y medias blancas. Me asaltan malos pensamientos: La enfermera solícita a dar respuesta y satisfacción a todos los deseos del macho forma parte del imaginario porno del que tanto jugo se ha sacado.





¿No andará por ahí la cosa?. Me pregunto si en este prestigioso centro gaditano también obligan a las doctoras a vestir una elegante falda, medias negras con costura, ligueros y zapatos de talón de aguja. No haré referencia a cuantos botones de la blusa debería llevar desabrochados y al color de la ropa interior.

Estoy casi convencido de que no se meten con la indumentaria de las “médicos”, por algo son médicos, y las enfermeras, pues eso, solo enfermeras, a las que se les puede mandar lo que sea, aunque no sea una labor o atribución propia de su categoría profesional.

Las enfermeras españolas (Diplomadas Universitarias) tienen un nivel de conocimientos elevado, quizá de los más elevados de Europa. No en vano, son tan apreciadas en el Reino Unido y otros países europeos donde se les reconoce lo que se les niega en su propio país, es decir: reconocimiento social y profesional, relaciones contractuales claras y estables que permitan hacer planes de futuro, eso sin nombrar el aspecto económico.

Lo de Cádiz es un feo asunto que seguramente encontrará solución satisfactoria para las profesionales, sin embargo lo sucedido en esta clínica es un síntoma que permite hacerse una idea de por donde van los tiros en el sector privado de la medicina.

Me pregunto que ha dicho al respecto el Consejo General de la Enfermería española o el Colegio de Cádiz. Me temo que bien poco. No reaccionan ante las agresiones a la profesión, deben de entender que este es un asunto puramente sindical en el que no deben entrometerse. Así nos luce el pelo.

Ellos mientras disfrutan de una posición que está por encima del bien y del mal. Ajenos a lo que les sucede a sus colegas en el día a día de su vida profesional.

Estos cargos colegiales deben desconocer que ellos están donde están por que hay profesionales que pagan sus cuotas al Colegio profesional.

Más temprano que tarde los profesionales de la enfermería de este país, deberán rebelarse contra estas situaciones tan largamente consentidas por la indiferencia de todos, lo que ha permitido que los peores profesionales, ocupen puestos en órganos de representación de la profesión, dando una imagen de esta muy poco edificante y muy alejada de la realidad.Para empezar yo propondría que nadie pague las cuotas de los Colegios oficiales. A ver si espabilan.






martes, 25 de marzo de 2008

JOSEP BENET I MORELL

JOSEP BENET I MORELL


Este pasado domingo de Pascua, hablábamos con mi amigo José Luis López Bulla los comentarios que le mereció a Josep Benet el tinglado del Memorial democràtic auspiciado por el inefable Conseller Saura en la Conselleria d´afers Institucionals. Total, un gazapo más de los muchos a los que nos tienen acostumbrados y que no por esto, cusan menos sarpullidos a personas como Benet que saben por formación y larga experiencia poner el nombre que le corresponde a cada cosa.


Parecía una premonición, fue hablar de Benet y al cabo de unas horas, conocer la noticia de su fallecimiento.

Sin duda una pérdida importante para este país tan falto de personas como Benet como de una dosis de recuerdo de seriedad, sentido común y sensatez.

Recuerdo a Benet, al senador más votado de España en aquellas elecciones del 77, que con la candidatura llamada Entesa dels Catalans, junto a Candel y Cirici Pellicer, concitó las adhesiones de una gran parte del electorado de Catalunya.Benet era un hombre de apariencia frágil, con una voz fina que en más de una ocasión en los tribunales militares cobraba la energía necesaria para
evitar el pelotón de fusilamiento o una larga condena.








Benet con Marcelino Camacho y José L. López Bulla
El papel de Benet en los organismos unitarios durante el franquismo fué muy importante. En la Assemblea de Catalunya jugó un papel importante, permaneciendo siempre al lado de quienes defendían una sociedad más justa e igualitaria, llegando a ser el candidato del PSUC como independiente en las elecciones al Parlament de Catalunya.

La faceta de historiador era la que más le caracterizó en los últimos años, ya retirado de la vida política.


Benet se caracterizó siempre por su sinceridad y la dureza de sus críticas, que ejerció siempre en defensa de los intereses de Catalunya y de las clases populares.Que descanse en paz.

miércoles, 19 de marzo de 2008

EL LAICISMO NECESARIO

He leído en la Vanguardia una noticia que me ha sobrecogido y que me lleva a una reflexión un tanto angustiosa o por lo menos preocupante. Se trata ni más ni menos de la muerte digna o como puede ser el último periodo de la existencia de un ser humano dependiendo de donde se encuentre. Al introducir la situación geográfica no me refiero a la clásica y manida comparación entre el primer mundo y los países subdesarrollados.
Dentro de un mismo país, dependiendo de quién gobierna en una comunidad autónoma un ciudadano puede tener acceso a unos cuidados paliativos que permitan al tránsito de la vida -o no vida-, a la muerte en ausencia de sufrimiento y dolor, sin aplicación de medios tecnológicos que prolonguen una situación que es irreversible.

En definitiva, se trata de tener una muerte laica o un traspaso tutelado por las creencias religiosas o esa denominada moral católica que pretende detentar un poder omnímodo sobre las conciencias, y un predominio moral y espiritual sobre todo y todos, anteponiéndose al criterio de los profesionales y a la voluntad del enfermo y su entorno.

Me viene a la memoria el proceso inquisitorial sufrido por el Dr. Montes y el cuadro médico del Hospital Severo Ochoa de Leganés, que a instancias de la Consejería de salud de la Comunidad de Madrid y a través de su consejero Lamela, se han visto en el punto de mira de todas las organizaciones afines a la doctrina oficial de la Iglesia y la maquinaria mediática engrasada y controlada por la Conferencia Episcopal.

La noticia que me ha producido este desasosiego, hacía referencia a una persona conocida, querida y admirada por muchos; se trata del veterano comunista y ex-dirigente del PSUC y del PCE, Miguel Núñez.

Núñez, ha visto la muerte de cerca en no pocas ocasiones; fue condenado a muerte por el franquismo varias veces.

Miguel Núñez hace años otorgó su testamento vital, en el que dejaba bien clara su voluntad: Una muerte digna, sin sufrimiento ni dolor y sin prolongación artificial con medios mecánicos; asimismo Miguel dejó claro que hacía donación de su cuerpo al Hospital Clínic de Barcelona para fines de investigación.

Estando en Madrid hace unos meses, Miguel tuvo que ser ingresado en el Hospital de Alcorcón, aquejado de una grave afección respiratória que hizo temer por su vida. Ante tal situación su familia se planteo seriamente si serían respetadas sus voluntades en caso de que no superara aquél episodio.

A la vista de lo que estaba cayendo sobre la sanidad pública de Madrid, tanto él como sus familiares optaron por regresar a Barcelona una vez superada la fase más crítica de su dolencia crónica, donde podría tener garantías de que su voluntad sería respetada y tendría acceso a unos cuidados paliativos adecuados, sin que estos fueran sometidos al ojo inquisitorial del poder político-eclesiástico.

El Estado democrático no puede ser un sujeto pasivo que en nombre de quién sabe que preceptos contempla sin parpadear como se conculcan derechos y voluntades y que dependa del color político de la zona y de la sensibilidad de sus gobernantes para que un escolar reciba clases de una asignatura como Educación para la ciudadanía o un enfermo terminal tenga acceso a una muerte digna.

El hocico de la Iglesia que está mamando de la teta del Estado merced a un Concordato y unas concesiones graciosas hechas por todos los gobiernos de la etapa democrática, debe recibir una coz que le incapacite para seguir chupeteando hasta la extenuación.

Este mismo hocico se mete en todas partes, intenta con sus mensajes, orientar el voto de los ciudadanos, quiere legitimar y legitima la dictadura franquista, cargando contra la Ley de la Memoria histórica, votada por el Parlamento.

Mucho tienen que callar las sotanas en España que apoyaron incondicionalmente al bando franquista elevando a la categoría de Cruzada la guerra iniciada por Franco al alzarse contra el poder legalmente instituido.

El Gobierno no puede estar continuamente invocando el diálogo y la tolerancia sin riesgo de que le tomen por tonto. Ante esta ofensiva de la derecha política y eclesiástica no queda más remedio que denunciar los acuerdos vigentes hasta ahora, avanzar por el camino del laicismo eliminando la religión del temario de las escuelas y dejando de subvencionar a la Iglesia.La iglesia no puede estar en pie de igualdad con el poder civil que emana de la voluntad popular, no puede estar ahí intentando condicionar y dirigir la acción de gobierno dictando consignas contra el orden democrático.

jueves, 13 de marzo de 2008

NUEVA LEGISLATURA, VIEJA DERECHA


Pasó el 9 –M y descansamos de esta larga campaña electoral que ha durado cuatro tediosos y largos años. Entre todos, han llegado a provocar el hartazgo de la ciudadanía y aún así, la participación en estos comicios ha sido alta.
La importante participación en estas elecciones hay que valorarla en clave de reacción a lo que podía suceder en este país si el PP ganaba las elecciones y también por lo manifiesto y claro que ha quedado que a la gente la política si le importa.El resultado de estas elecciones ha hecho evidente la clara bipolarización que experimenta España. Estos cuatro años de legislatura han sido, quizás los más duros de estos treinta últimos años. La confrontación que se vivía en el Parlamento, ha trascendido a las calles, que han sido tomadas por una derecha que se ha mostrado como lo que es: la derecha más intransigente y reaccionaria de Europa.


El fenómeno de masas que asomaba por todos los rincones de España manifestando su rechazo a los cambios que suponían determinadas leyes promovidas por el Gobierno de Rodríguez Zapatero, ha evidenciado la transversalidad de esta parte de la sociedad que acudía a las convocatorias, ya fueran estas de la Conferencia Episcopal, el Foro de la Familia, la AVT o el propio PP.
Estos nutridos grupos de personas, eran representativos de lo más variado que integra esta sociedad y sin ningún sonrojo, lo podemos calificar de fenómeno de masas Este hecho, creo yo, hay que contemplarlo dentro de la complejidad de los cambios sociales que ha experimentado la sociedad española en estos últimos años.


En las grandes movilizaciones de la derecha por motivos de lo más variopinto, en las que han salido a la calle muchos miles de personas que infatigablemente han estado al pie del cañón denunciando rabiosamente lo que consideraban atropellos a lo que para ellos era lo más sagrado. Unas veces ha sido la unidad de España, otras los matrimonios entre personas del mismo sexo, en otras la denuncia de las conversaciones del Gobierno con ETA.
La derecha sociológica de este país, ha estado en pie de guerra, movilizada constantemente durante los últimos cuatro años. La calle ha sido suya, han hecho uso y abuso de ella.
Mientras la izquierda y los sectores más avanzados de la sociedad, se han mantenido en una actitud defensiva, lamentándose de todo este estado de cosas y en ocasiones casi han ofrecido la otra mejilla. Me atrevo a decir que han sido excesivamente prudentes.Lo que se ha vivido durante estos años, ha sido algo así como el mundo al revés. La izquierda se ha visto atacada y ha resistido en sus cuarteles de invierno y la derecha ha adoptado formas de rechazo y protesta más propias de la izquierda, intentando ganar en la calle lo que les ha negado la voluntad popular, con la diferencia de que la izquierda tradicionalmente ha tomado la calle para defender ideas de progreso y emancipación social.

miércoles, 5 de marzo de 2008

LA NIÑA TONTA DE RAJOY


Ciao caro Vittorio




El candidato a presidente del Gobierno por el PP, Mariano Rajoy, hizo alusión al finalizar el debate con Rodríguez Zapatero a una niña. No sabemos a que niña se refiere. La cuestión es que no fue nada convincente al plantear este desideratum.


Dicen los que están al tanto de las primarias estadounidenses que esta muletilla que usó Rajoy, la tomó del candidato Obama. En cualquier caso, no fue nada creíble.

Seguramente Rajoy debe pensar que si la niña nace hoy y él gana las elecciones, tendrá tiempo de hacer una nueva reforma educativa que separe a esta niña de los alumnos del sexo masculino, que la asignatura de religión tendrá la misma importancia que las otras materias y que la educación para la ciudadanía será un desagradable recuerdo de las etapa socialista.

Rajoy se ha llenado la boca de propuestas demagógicas que no se cree ni él mismo. ¿Desde cuándo la ha preocupado a la derecha la equiparación salarial entre hombres y mujeres?

Han intentado mimetizar su discurso para confundir al ciudadano medianamente mal informado para que se identifique su discurso con algo novedoso, propio de una derecha remozada sin olor a alcanfor.

Vuelvo a la niña, a esa niña por la que el candidato Rajoy bebe los vientos.

¿Qué pasará si con el tiempo, al llegar la llamada de la naturaleza la niña se da cuenta de que es lesbiana? ¿Qué dirá Rajoy?

Seguramente, si entramos en otro ciclo político y tenemos gobiernos de derechas la niña de marras no podrá casarse con otra mujer, pues el matrimonio entre personas del mismo sexo estará abolido. ¡Faltaría más! Ni Rajoy ni Antonio María Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal están por la labor de permitir tamañas aberraciones. La ley de Dios no lo permite, ellos que son su representante en la tierra, mucho menos.

Si la niña se casa con una persona del sexo opuesto y tiene hijos, seguramente tendrá que contratar un seguro médico privado porqué la sanidad pública estará tan deteriorada que dará miedo ir a parir a uno de sus hospitales. Podríamos seguir con una larga lista de posibles escenarios con los que tendríamos que lidiar tanto la niña de Rajoy como el resto de los mortales.

Previsiblemente y si las encuestas no fallan y la ciudadanía va a votar el próximo domingo, no vamos a tener un gobierno de derechas durante los próximos cuatro años. Todo parece indicar que la tendencia va por el camino de consolidar a Rodríguez Zapatero en la presidencia del Gobierno de España.

El candidato ZP debe tener presente que la confianza de los ciudadanos no es un cheque en blanco, que se retira con más facilidad de la que se da. Haría bien en tomar nota de los mensajes que recibe por parte de amplios sectores de las sociedad, que se pronuncian en el sentido de no apoyar mayorías absolutas susceptibles de subirse a la cabeza de quienes las detentan, creyendo que son cheques en blanco para administrarlos en contra de quienes les han dado su confianza.

España necesita un largo periodo de gobiernos progresistas que sean capaces de afrontar los retos de la globalización, la inmigración, la puesta al día de las infraestructuras y la lucha contra el cambio climático que amenaza a nuestro planeta.

Es necesario abordar con rigor los problemas que se derivan del escaso nivel educativo, del poco aprovechamiento de nuestros escolares que son los que peor y menos preparados salen de las escuelas; asimismo el elevado porcentaje de fracaso escolar debería ser una de las prioridades que debería abordar este nuevo gobierno que saldrá de las elecciones del día 9 de marzo, actuando conjuntamente y de forma leal con las CC.AA que tienen estas competencias transferidas.

La inversión en investigación y desarrollo no debe quedar atrás si queremos que nuestra economía progrese, alejándose del monocultivo del sector servicios o la construcción y crear puestos de trabajo estables y de calidad con una remuneración digna.

El camino que se nos abre no es llano y cómodo de transitar, más bien al contrario, pues para andarlo con algo más de soltura, sería necesario consenso y sentido de Estado que nuestra derecha no tiene ni sabe lo que es.