sábado, 28 de julio de 2007

FELIZ ANIVERSARIO A TODOS



Esto es lo que me pide el cuerpo

En estos días se cumple el primer aniversario de la huelga salvaje en el aeropuerto del Prat que costó cientos de anulaciones de vuelos y un grave perjuicio a los usuarios de este medio de transporte.
El caos que se organizó fue de considerables dimensiones y hoy, aún es hora de que muchos de los perjudicados hayan recuperado sus maletas.
Sin entrar en valorar las razones que tenían o no los trabajadores, me permito sin ningún tipo de reserva, decir que no se puede hacer una huelga con “rehenes”. La huelga es un derecho inalienable de los trabajadores; esto es incuestionable, sin embargo su mal uso o un ejercicio desmesurado del mismo, acarrea un coste a quienes son ajenos al conflicto y son potenciales aliados de estos trabajadores inmersos en un conflicto social. Aquellos trabajadores que se lanzaron a las pistas de aterrizaje impidiendo aterrizajes y despegues, creían irreflexivamente, estar ejerciendo un derecho, sin embargo no reparaba en lo lesiva que era esta decisión para otros, que pagaron los platos rotos. Así sucedió, y aún es hora que alguien reconozca que se equivocaron.
La huelga es un derecho emancipador consolidado que se ha conquistado tras un sinfín de luchas y su uso indiscriminado, deslegitima las reivindicaciones por justas que estas sean.

Al tiempo que se cumple un año del triste episodio del Prat, decenas de miles de usuarios de los transportes ferroviarios, son rehenes casi a diario del pésimo funcionamiento de este servicio y esta tónica no parece que tienda cambiar.
Los servicios públicos en Catalunya, crujen por todas partes. A los ya insuficientes servicios, hay que sumar las constantes averías generadoras de retrasos que ocasionan pérdidas cuantiosas en horas de trabajo y contratiempos de toda clase a los sufridos usuarios.

Al escandaloso déficit de infraestructuras que padece Catalunya, hay que añadir como agravante, la desidia y la pésima gestión de estos servicios públicos por parte de quienes tienen la responsabilidad de dirigir y dar solución a los problemas.
La Ministra de Fomento Dª María Magdalena Álvarez debería dedicarse a sus labores: punto de cruz, encaje de bolillos, bollería típica andaluza y llevar flores a la Macarena. Dudo mucho que a excepción de Álvarez Cascos, ningún gobierno haya tenido una Ministro de Fomento más inútil. Supongo que ZP no la ha cesado para no tener que reconocer un fracaso.

A todo este estado de cosas, hay que añadir el apagón de Barcelona. ¡Que vergüenza!
El Govern de Catalunya tiene capacidad inspectora y sancionadora sobre las instalaciones y compañías que deben asegurar y mantener el suministro eléctrico. ¿Dónde han estado? ¿Hacia dónde miraban mientras todos los datos hacían prever esta situación?
La actitud mantenida por las máximas autoridades durante esta crisis, ha sido penosa.
Ante situaciones de emergencia como la de Barcelona, los ciudadanos quieren ver a sus líderes, quieren legítimamente, verles la cara, apreciar como desde el terreno toman decisiones y se hacen cargo de la situación. La propia torpeza de estos líderes hace invisible para los ciudadanos, el conjunto de medidas que han tomado desde sus despachos, esos despachos, de los que se resisten tanto a salir para tomar contacto con el mundo real.

Todos los gobiernos de la democracia, han evitado entrar en colisión con ciertos grupos económicos y de poder: La banca, las eléctricas, las aseguradoras y las empresas de telefonía, campan por sus respetos. Ningún gobierno ha puesto coto a los abusos de estas empresas.
Existe en España una curiosa afición: hacer leyes. Se hacen leyes nuevas para atajar problemas viejos, para cuya solución, se ha obviado el marco jurídico existente que en muchas ocasiones, si este se aplicara con verdadera voluntad política de solución de injusticias o tutela de derechos, sería más que suficiente. Nuestro ejecutivo prefiere dar un amplio rodeo, propone al legislador un sinfín de nuevas leyes específicas. Mientras tanto, el país va como va y así nos luce el pelo.

martes, 24 de julio de 2007

LLEI DE REFORMA DEL ICS (II)

El rostro de la Consellera Geli refleja la satisfacción que siente por la aprobación de la ley .


En un anterior artículo en que mostraba mi incredulidad ante lo que promete la llei de reforma del ICS, ponía de manifiesto mis desconfianzas hacia la capacidad y voluntad de esa casta de “gestores” que cantan las excelencias de esa ley. Reitero y renuevo mi desconfianza hacia esa gente. No se puede esperar nada nuevo ni bueno de quienes han estado paralizados pudiendo estar en movimiento.
Se “vende “esta ley con un marketing que atufa. Da la impresión ante lo que se nos dice, que la única finalidad es competir con el resto de empresas sanitarias.
Lo siguiente será cotizar en bolsa. No se habla en cambio de la relación existente entre los hospitales comarcales (XHUP) que vienen manteniendo una relación parasitaria con respecto a los hospitales de tercer nivel. Para quienes no están metidos en el ambiente sanitario, aclaro que cuando digo relación parasitaria quiero decir mejorar resultados a costa de otro y este otro son los hospitales de tercer nivel que deben admitir todas las patologías que no quiera asumir un hospital de nivel inferior. No es de recibo, que un ciudadano pueda recibir tres tipos o calidades de atención dependiendo de la hora en que se ponga enfermo.
Estos centros mantienen en funcionamiento de 8 a 15 horas unos servicios y a partir de esa hora el paciente es trasladado a un centro de mayor nivel. Estas prácticas son muy competitivas, sobre todo para quien cuadra las cuentas echando mano de ambulancia y dando el cerrojazo a la prestación de determinados servicios cuando dan las 15 horas.
Esta empresa pública en que se va a convertir el ICS, lo tiene bastante crudo si no se mete mano previamente a estos habilidosos gestores que con dinero público hacen maravillas para mejorar sus cuentas de resultados, anteponiendo la gestión empresarial pura y dura a su verdadero cometido, omitiendo los compromisos que tienen firmados como “entitat proveidora”.

Echo en falta también, alguna referencia a como debe ser un hospital del siglo XXI. La innovación tecnológica es merecedora a mí entender de un especial interés. Aunque quizás los sesudos gestores habrán pensado en ello, quiero hacer algún comentario al respecto.
Soy de la opinión de que las nuevas tecnologías llevadas al terreno de la salud, marcan un punto de inflexión en las arraigadas concepciones de lo que es un hospital. Su paulatina irrupción ha cambiado de alguna forma el acto diagnóstico-terapéutico, estableciendo una relación a tres entre paciente-tecnología-médico. La irrupción de este paradigma ha cambiado las relaciones de manera sustancial aunque el objeto y el sentido sustancial de la relación paciente-médico-sanitarios tengan la misma finalidad.

Hay que repensar el hospital, dotarlo nuevos medios técnicos incorporando los de última generación. Deberán tomar especial protagonismo las unidades multidisciplinares altamente especializadas que sean capaces de llevar a cabo tratamientos que hasta hace poco requerían el empleo de medios altamente especializados y costosos (quirófano-UCI-banco de sangre-hospitalización) y que en la actualidad se pueden realizar prácticamente de forma ambulatoria.

viernes, 20 de julio de 2007

LLEI DE REFORMA DEL ICS (I)


A Don Francesc José Mª se le hace la boca agua con la Llei de reforma del ICS


El Parlament de Catalunya ha aprobado la Llei de reforma del ICS. Esta ley se ha hecho esperar pues procedía de la anterior legislatura y sucumbió su tramitación al mismo tiempo que lo hacía el Govern Catalanista i d´Esquerres presidido por Pascual Maragall.
Bienvenida sea la dichosa ley. Vamos a estar divertidos una buena temporada. Asistiremos a su desarrollo con atención y con espíritu crítico, también veremos como a más de un insobornable defensor de la reforma del ICS, se le saltan las lágrimas y no precisamente por las alegrías que la aplicación de esa ley le proporcione.

Hacía falta una reforma del ICS, sin embargo para solucionar determinados problemas endémicos de esta institución no hacía falta una ley.
Si hasta ahora no se han utilizado los instrumentos legales que permitían actuar sobre determinados usos y costumbres, -permítaseme el eufemismo- ¿Por qué demonios pretenden que me crea que en lo sucesivo todo va a ser diferente? ¿Van a cambiar los modos y maneras de quienes ahora nos dirigen? Sinceramente no lo creo y nos les creo. ¿Qué han hecho hasta la fecha para que pensemos que se ha operado un cambio real en las formas de gestionar tanto los caudales públicos como las políticas de recursos humanos sin olvidarnos de atajar las corruptelas? Tengo la respuesta: Nada, y esto no lo va a remediar la nueva ley que pretende reformarlo todo. La administración actual, lejos de remover de sus cargos a individuos que se han caracterizado por su manifiesta incapacidad y conducta abiertamente contraria a cualquier tipo de cambio o actuación transparente, los han mantenido y confirmado en sus puestos. Sin duda este es un buen ejemplo para que nos creamos que todo va a cambiar, y que si no ha cambiado, es por falta de recursos legales.

Únicamente los que van a notar el peso de la ley van a ser los de siempre, las capas medias y subalternas que forman el grueso de la abultada nómina del ICS.

He echado de menos durante todo el periodo de discusión de esta ley una actitud más consecuente por parte de todos los sindicatos. He dicho consecuente por aquello de esperar que cada uno haga su papel y lo haga bien. Sólo he escuchado broncas y descalificaciones. Creía que emplearían su fuerza e inteligencia elaborando propuestas razonables y valientes, dignas de ser tenidas en cuenta por la contraparte. Cabía esperar que ante la trascendencia de una reforma de esta magnitud, se abriera un debate con los trabajadores en el que se diera cuenta de lo que en realidad significaba esta reforma y como podría afectar al conjunto de profesionales, recogiendo propuestas y planteando, si así se creía oportuno, movilizaciones y medidas de presión para poder negociar los aspectos más conflictivos de esa ley.
Continuará…

martes, 17 de julio de 2007

OYE PATRIA MI AFLICCIÓN

Este ciudadano no ha podido reprimir sus sentimientos al enterarse de lo de Planells y está muy enfadado con Rangel

El aguijón de la “Operación Avispa” se nos ha clavado hasta lo más profundo de nuestro esqueleto. De pocas cosas nos extrañamos ya, pues sabemos que del ser humano podemos esperar lo mejor y lo peor. El individuo es capaz de los actos más heroicos y altruistas y a su vez, puede cometer más de un estropicio por dinero, posición social o por reclamos del órgano ubicado un poco más debajo del ombligo. Cuando se trata de servidores del Estado que ocupan cargos de alta responsabilidad el presunto delito cobra especial gravedad.
Leyendo la prensa no pude evitar retrotraerme a la etapa de gobierno de Felipe González, dónde había personajillos ocupando cargos de altísima responsabilidad que gestionaban asuntos y caudales públicos para fines bien diferentes a los que éstos les dieron.
No quiero establecer ningún paralelismo entre el presente y aquella negra etapa. No puede haberlo, son casos bien distintos. El único nexo existente es la presunta utilización del cargo para enriquecerse y aumentar el patrimonio.
Eduard Planells, ex subdelegado del Gobierno en Barcelona, ex coordinador de Extranjería, fue detenido a la salida de su domicilio por favorecer a las mafias rusas. El titular del periódico es bien explicito y lacerante.
Se sospecha que este ex alto funcionario tramitó un buen puñado de expedientes de empleados de la mafia georgiana, según la prensa esto sucedió siendo Planells subdelegado y coordinador de Extranjería.
Todo parece indicar que concedió permisos de residencia a gentes de muy mal pelaje: delitos de sangre y antecedentes por otro tipo de delitos nada menores.
Acompañan a Planells en sus tropelías varios funcionarios de la subdelegación, empleados de gestorías y quién sabe cuanta más gente saldrá salpicada. Eso lo veremos con el tiempo.
Resulta paradójico oír al delegado del Gobierno, Joan Rangel, aparecer ante las cámaras diciendo que lo nombró subdelegado sin conocerle, que lo colocó en el cargo por recomendación dada la reputación de eficaz funcionario. Esta afirmación me parece lamentable. Un Delegado del Gobierno debe saber y conocer el pelaje de quienes tiene a su alrededor y más todavía cuando el nombre de Planells estaba sonando con cierta insistencia por su posible relación con asuntos turbios.
Creo que Rangel debería dimitir o le deberían cesar. No es de recibo escudarse con declaraciones de este tipo. Rangel tiene una responsabilidad muy alta y que no puede eludir.
El actual Delegado del Gobierno ha sido un incauto. Se le han colado los corruptos por las rendijas de la legalidad y la costumbre, por los vicios e inercias de la maquinaria burocrática del aparato del Estado. Él debería saber este estado de cosas, debería de haber previsto que una situación de este tipo podría darse.
Existen muchas mellas en los engranajes del Estado. Lo que ha sucedido en la Delegación del Gobierno, sin duda sucede en otras administraciones ya sean municipales, autonómicas o en alejados apéndices de estos centros, donde funcionarios por cuyas manos pasan responsabilidades y decisiones que no siempre se toman de manera acorde con los intereses públicos. El cohecho y la prevaricación en mayor o menor cuantía están a la orden del día.
Nota. César condenó a muerte a un vigilante que no avisó de que venía el enemigo, tras lo cual los romanos fueron derrotados en aquella ocasión. El argumento de César fue: “O te dormiste o dejaste pasar al enemigo”. Rangel “o te dormiste o dejaste pasar al corrupto”.

lunes, 16 de julio de 2007

MALTRATO Y PSICOPATOLOGÍA


Las medidas tomadas hasta la fecha para atajar los malos tratos y el constante goteo de víctimas mortales son del todo insuficientes. Dicho así, parece que el gobierno haya hecho bien poco. No es así. El gobierno ha hecho lo que se debe esperar de él. Ha reformado leyes y ha creado otras nuevas. Estas medidas aunque imperiosas no llegan a actuar en la matriz del problema.
Cabe esperar que los responsables de buscar soluciones para atajar este drama que no cesa se esfuercen un poco más y busquen en “los saberes” que tiene a su alcance. Un gabinete de juristas, asistentes sociales y psicólogos por mucha voluntad que le ponga al tema no llega a hercerse una mínima idea de lo que realmente sucede ni de cuáles son las patologías sociales que dan oxígeno al maltrato.

El maltratador tal como lo percibe esta sociedad es un ser al que hay que castigar. De acuerdo, pero no nos quedemos sólo con esta parte. Habrá que tener en cuenta otros factores a la hora de poner en práctica las soluciones.
La comunidad científica (psicólogos y psiquiatras) deben de tener algo que decir al respecto.
Según estudios realizados basados en lo que se ve a diario en las consultas, más del 80% de los maltratadores padecen uno o dos trastornos psiquiátricos, dependencia del alcohol o drogas.
El enfoque actual que se da a esta problemática, no sitúa al maltratador en el lugar adecuado para que sea capaz de enfrentarse a su problema y ser ayudado terapéuticamente para frenar esos impulsos violentos. El problema se agrava ante la perspectiva del aumento del consumo de drogas y otras sustancias.
Las circunstancias sociales, la educación, el aprendizaje son factores coadyuvantes, la violencia un síntoma, una indicación de que en ese cerebro está pasando algo. Cualquier factor por nimio que sea puede desencadenar un acceso de ira y violencia cuando un cerebro está enfermo, cuando el área “controladora” que hace discernir entre un buen comportamiento o una reacción violenta no es capaz de frenar los “malos” impulsos, es que existe un desequilibrio importante.
Con todo lo dicho hasta el momento, no se intenta proponer que se adopte una actitud de condescendencia con el violento, no se trata de cojerle en brazos y acunarle. En mi opinión, sólo se puede abordar este problema contemplándolo en su totalidad, en sus múltiples caras, que comienzan a cobrar forma en la infancia y adolescencia; es decir, cuando el individuo y su entorno dan forma a su personalidad, su forma de interactuar con los demás, a reaccionar ante la adversidad, la frustración o la angustia vital.
Me atrevería a proponer que fuera en las aulas donde se comenzara a prevenir la conducta violenta. No se trataría de traspasar una responsabilidad familiar al ámbito educativo, lo que sucede en ocasiones, que la familia como tal, está ausente, por la causa que sea ha dimitido de sus obligaciones o bien han traspasado su papel a la escuela. Este es un síntoma más de la patología social a la que me refería en líneas anteriores.
El modelo de familia tal y como lo conocemos, está en crisis por las causas que sea, sin entrar a discutir o intentar enumerar las causas de que esto sea así, sin embargo la realidad es tozuda y refleja toda una realidad a la que hay que meter mano si no queremos que la violencia de género o como se le quiera llamar, vaya en aumento y dé lugar a que la sociedad se acostumbre a ella y la asuma como un mal que está ahí y contra el cual no se puede hacer nada que no sea castigar el violento, consolar a la victima y a su familia y pare contar.

La asignatura introducida en los planes de estudio conocida con el nombre de “Educación para la ciudadanía”, pretende ser una herramienta para educar al individuo en la tolerancia, el respeto y la igualdad entre las personas en un marco de valores cívicos y democráticos. Me parece muy bien. Lo que sucede es que corremos el riesgo que esta materia se convierta en una asignatura “maria”.
La caspa eclesiástico-mediático-derechista ha puesto el grito en el cielo anunciando la larga lista de males que esta asignatura traerá a nuestra sociedad. ¿De qué tienen miedo? A estas alturas y con todas las críticas que se puedan hacer al modo en como se desarrolla esta materia, no se me ocurre otra cosa que pensar que no sea: si a ellos no les gusta, es que será buena.
Esta asignatura debería convertirse en un elemento más para prevenir las conductas incívicas, violentas o antisociales. Mucho me temo que nos vamos a quedar cortos.

miércoles, 4 de julio de 2007

FIN DE CURSO


El presidente de vacaciones en La Mancha



Con el debate sobre el “estado de la nación” podemos dar por finalizado este curso político. En este debate se ha puesto de manifiesto una vez mas, que la derecha política no está por la labor de buscar puntos de encuentro para cristalizar algún tipo de unidad con el gobierno frente al terrorismo de ETA.
Por activa y por pasiva manifiestan su verdadera vocación: desgastar al Gobierno legítimo de Rodríguez Zapatero.
En el debate que hoy ha finalizado, la derecha ha escenificado una vez más un panorama apocalíptico que según ellos se cierne sobre España: terrorismo, complicidad con la banda, manejos desde al oficina económica del gobierno, intervencionismo a favor de quién sabe, la nueva asignatura de educación para la ciudadanía, la inmigración ilegal y un largo etcétera de mentiras que a base se repetirlas se las creen incluso ellos.
Desde el atril Rajoy ha llegado a acusar al presidente de engañar a la ciudadanía con el envío de tropas al Líbano y también de ser el responsable de las muertes de los soldados.
Ha quedado claro que la intervención española en aquel país, se lleva a cabo bajo el paraguas de Naciones Unidas como fuerza armada de interposición. Aunque esta misión era y sigue siendo arriesgada, no suponía como ha dicho Rajoy, una intervención en un conflicto bélico, en una guerra. La guerra ya terminó y lo que tiene encomendado nuestra fuerza es mantener la paz.

El Presidente en su discurso ha sido capaz de abandonar su conocido papel de “bambi”, ha sido capaz de endurecer el gesto y fruncir el ceño, mostrando que él también es capaz de devolver las emponzoñadas saetas que le lanzan desde los bancos del PP.
Rodríguez Zapatero ha pintado una realidad del país que roza lo idílico, si bien es cierto que su política en materia de derechos civiles y de estado de bienestar ha dado pasos importantes que hay que reconocer. Sin embargo en este país todavía hay gentes que lo pasan muy mal.
El elevado endeudamiento que deben asumir las familias para acceder a una vivienda de propiedad lleva a pensar que ante la progresiva subida de los tipos de interés, va a poner en apuros las ya débiles economías familiares y presumo que a estas alturas el porcentaje de créditos impagados comienza a ser importante. Este es un tema que habrá de merecer la atención del gobierno por tratarse de un fenómeno que afecta a un elevado número de ciudadanos. Esta situación tiene su origen en el escaso porcentaje de vivienda protegida, la escasa tendencia o rechazo a la vivienda de alquiler y a que tampoco desde la administración se ha apostado por la opción de alquiler asumible frente a hipoteca a treinta o cuarenta años con el riesgo de ver como varían al alza los intereses mermando la capacidad de gasto de las familias.

La bonanza económica de estos años no está repercutiendo como sería de desear en los salarios, que ven mermado su poder adquisitivo frente a unos beneficios empresariales desbocados.
Existe demasiado empleo precario en España y por mucho que se empeñe el Ministro Caldera en decir lo contrario esta tendencia no tiende a remitir.
Este Gobierno ha trabajado para reducir la pobreza, es cierto, pero no ha hecho todo lo que podía para combatir la pobreza y la exclusión social a la que se ven abocados muchos ciudadanos. No es de recibo presumir de ser la octava potencia económica mundial y ver como crece la pobreza en la puerta de nuestra casa.
La Ley de dependencia es un logro innegable, que vendrá a paliar las malas condiciones en que viven las personas dependientes y sus cuidadores, este es un hecho innegable, sin embargo no nos durmamos en los laureles. Estamos a bastante distancia de otros países de nuestro entorno en materia de bienestar social.

domingo, 1 de julio de 2007

QUO VADIS, MARAGALL




Los cagalástimas-chiruqueros-indocumentados del incipiente PDE, no se comieron esta paella
Este sábado pasado, el que fuera President de la Generalitat Pasqual Maragall ha estado en Pineda de Mar para cantar las excelencias del Partido Democrático Europeo. Aprovechando la reunión de Ciutadans pel Canvi, a la que también han asistido cargos electos del PSC y militantes, se ha decidido su disolución como formación política para convertirse en una plataforma cívica dedicada a otros menesteres. Esta formación fue impulsada por el propio Maragall en el año 1999 para favorecer el cambio político en Catalunya.

Pasqual Maragall siguiendo su propio estilo ha dicho que el PDE debe crearse también en Catalunya pero que no será él quién lo haga.
Conozco personas que han asistido a esa reunión lo que me produce un cierto desasosiego por muchas causas. Todo el mundo es libre de asistir dónde quiera y oír los cantos de sirena de sapo o de grillo que desee; sin embargo, me produce un cierto estupor ver la alegría con que se asiste a reuniones convocadas por alguien que con sus iniciativas va desencadenar una merma en los activos socialistas. Lo digo desde el convencimiento de que una parte de las personas que dan su apoyo al PSC se decantarán por la opción que propone Maragall en el caso de que esta cuaje. Este sector sociata-cumbayá-chiruquero de elevado o medio estatus social no dudará en reírle la gracia una vez más a Maragall. Son así de cantamañanas, que le vamos a hacer.

No voy a perder ni un minuto en hablar del cantamañanismo imperante. Sin embargo, si quiero poner de manifiesto lo que a mi entender, alimenta esta actitud tan frívola y que no es más que la falta de solidez de las ideas que deben guiar a quienes están por la defensa de un proyecto político socialista.

Han comenzado los italianos con ese experimento que quiere implantarse en Europa. Los D´Alema y compañía han iniciado este proceso de vaciado de contenido y dilapidación del patrimonio político de la izquierda italiana. Ahora de la mano de Maragall se nos presenta la oferta del PDE como si fuera un medicamento contra los efectos indeseables que dimanan del tinglado partidista actual.
Ante los retos que tiene hoy planteados Europa, llámense globalización, estancamiento o fracaso del proyecto constitucional, inmigración, erosión del estado del bienestar, cambios en el sistema productivo, deslocalización de empresas, etc.…. se nos propone un proyecto de partido que supone un empequeñecimiento de la izquierda, un abandono de los principios tradicionales y básicos de la cultura política de la izquierda.
El PDE sería en la práctica un partido dónde cabrían todos, hasta los más desleales con el proyecto europeo, como esos socios que ponen la mano para cobrar fondos de cohesión con la vista puesta en el amigo americano que les promete inversiones a cambio de seguidismo de sus políticas en el mundo. Léase vuelos de prisioneros, cárceles secretas y apoyo a las guerras ilegales.