domingo, 5 de abril de 2009

FRATELLI D'ITALIA.....


Las noticias que llegan de Italia no son nada prometedoras ni agradables, cosa que no debería extrañarnos conociendo el perfil de quien gobierna o mejor dicho manda en aquel país.

Silvio Berlusconi es un elemento inquietante y perturbador de la convivencia democrática en Italia y a la larga lo será también en Europa.

No debemos contemplar el fenómeno Berlusconi como algo folklórico. Berlusconi no es sólo un individuo un tanto peculiar que da la nota allí donde vaya adoptando comportamientos y actitudes poco o nada homologables con las que debería mostrar un jefe de gobierno. Berlusconi es un individuo autoritario y profundamente narcisista que pretende hacer de Italia su finca particular, adoptando todas las medidas legislativas necesarias para poder campar a sus anchas y posibilitar aún más la buena marcha de sus negocios e intereses nada claros.

Berlusconi ha dejado a sus socios post fascistas de “Aleanza Nazzionale” a su propia izquierda con su discurso que va mucho más allá de los planteamientos fascistas de los herederos de Benito Mussolini.

El gobierno Berlusconi ha tomado decisiones algo más que polémicas para atajar la delincuencia y la inmigración ilegal, decisiones que van mucho más allá de lo que podríamos denominar “mano dura” o “tolerancia cero”.

Quiero recordar que se dictó un decreto mediante el cual se legalizaban las patrullas de vigilancia nocturnas de civiles para colaborar con la policía. A nadie se le escapa lo que puede suceder cuando determinados civiles se prestan voluntarios para ejercer labores de vigilancia, la cosa por llamarle de alguna forma acaba con sangre.

Estas medidas que se toman por decreto no hacen más que crear alarma en la ciudadanía ya que se da el mensaje de que con la policía ya no es suficiente para defender el orden y la propiedad.

Estas medidas son un guiño y una concesión a esas capas sociales que piden mano dura y que encuentran en el extranjero un chivo expiatorio idóneo en quien descargar sus iras. Este tipo de medidas, Berlusconi las lleva impregnadas en sus genes y pocos motivos necesita este para llevarlas a la práctica; al fin y al cabo sólo se trata de pobres, gitanos, rumanos y demás gentes de mal vivir.

En la ciudad de Foggia (Puglia) situada en el sur de Italia, gobernada por un alcalde del centro izquierda, se ha tomado una medida que cuenta con el beneplácito del mismo alcalde y de una buena parte de la población que más o menos inducida por los mensajes ha aplaudido la medida de poner en marcha una línea de autobuses sólo para inmigrantes, ya que parece ser que la convivencia durante los trayectos se hacía difícil entre los italianos de toda la vida y los recién llegados.

No me andaré por las ramas, esto sólo tiene un nombre: fascismo.
El fascismo no se impone en un país de la noche a la mañana, no nos acostamos siendo demócratas convencidos y nos levantamos siendo un poco menos personas y un poco más cabrones. Este es un transito lento paulatino en el que la propaganda va haciendo mella, dejando atrás cada día un poco más de conciencia civilizada en favor del embrutecimiento progresivo e imparable que nos lleva a aplaudir y secundar cualquier atropello a los derechos humanos de los que éramos los más fieles defensores y abanderados.

El vacío que deja en la sociedad la falta de política con mayúsculas, lo llenan esas doctrinas premonitorias de la barbarie que más temprano que tarde se acaba imponiendo si no se hace nada para impedirlo.

Mientras tanto en la izquierda o lo que queda de ella, están deshojando la margarita, esperando a ver si algún pétalo les dice donde está el norte.

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