martes, 15 de noviembre de 2011

REFLEXIÓN


Se acercan las elecciones y aunque tenga más que decidido lo que voy a votar o contra votar, no puedo por menos que reflexionar largo y tendido sobre las posibles o deseadas repercusiones electorales que pueda acusar la coalición nacional-derechista catalana (CiU).

Tengo la amarga impresión -y me gustaría equivocarme estrepitosamente- que esta coalición no va a acusar pérdida electoral ninguna a causa de sus políticas neoliberales que se ceban sobre las capas sociales más dependientes del estado del bienestar.

Muy a pesar de los salvajes recortes en sanidad, y aun habiendo sucedido cosas bastante desagradables que presuntamente han costado y cuestan vidas o calidad de vida de los enfermos, estos no han acusado en serio los efectos de los recortes y esto no tiene otro culpable que los propios profesionales que en todo momento no han hecho otra cosa que multiplicar sus esfuerzos para no dejar a nadie solo con sus dolencias. Me temo que los usuarios del sistema público de salud no son conscientes de la situación y prueba de ello es su ausencia o presencia poco más que testimonial en las movilizaciones llevadas a cabo por los trabajadores. Voy a omitir expresamente a los médicos ya que creo que han estado buscando en todo momento salvar su situación y para ello no han dudado en servirse de la movilización permanente de los otros estamentos. Ellos quieren hacerse una foto con el President Mas y están cerca de conseguirlo, pero mucho me temo que además de la foto recibirán un abrazo de oso que les va a quebrar todos los huesos. Uno no puede juntarse con mala gente y salir indemne y si no al tiempo.

El conjunto de la sociedad tiene una idea deformada o equívoca del personal sanitario, creen que los sanitarios gozan de unos abultados salarios y de unos privilegios poco menos que indecentes. Ignoran que la precariedad laboral es una realidad desde hace años y que los contratos basura son moneda corriente.
¿Estatuarios? Claro que los hay, han ganado su puesto salvando los obstáculos y pruebas acordadas por la ley ¿deben sentirse culpables por ello? Sinceramente creo que no. Por otra parte el porcentaje de personal estatutario está en retroceso a favor de los interinos y contratados a los que antes hice mención.

La mayoría de los que se han inhibido ante la situación creada por el govern, creen que hacía falta recortar y sin embargo no están dispuestos a sufrir ninguna merma en la calidad de la asistencia. Dan por buenos los recortes salariales ya que a ellos no les afectan y seguramente muchos de ellos atribuyen la situación actual a la escasa productividad.

El usuario no piensa nunca en el valor económico de lo que muchas veces exige (visitas forzadas a especialistas, pruebas complementarias, analíticas, medicamentos que acaban almacenados y caducados en los cajones, transporte sanitario y un largo etc.). Pedir un poco de corresponsabilización con el gasto sanitario por parte de la administración no estaría de más. No recuerdo que esto se haya ni insinuado nunca y no me extraña, pues esto si tiene coste político, sin embargo cuando más o menos subliminalmente se induce a la ciudadanía a que crea que los sanitarios son en buena parte culpables de la molicie actual, sí es rentable o por lo menos no supone un desgaste político-electoral evidente.

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