lunes, 15 de octubre de 2007

CHAPUZAS BRITANICAS


Hay que lavarse las manos!!!!
El clostridium difficile está siempre acechando






Se ha conocido la noticia de que en el Reino Unido se han producido 90 muertes atribuibles directamente a infecciones intrahospitalarias. Se ha podido determinar el germen causante de estas infecciones. Se trata del “clostridium difficile”.
Las infecciones intrahospitalarias o nosocomiales, son infecciones sobrevenidas durante el ingreso hospitalario. Estas infecciones, son en un porcentaje, inevitables y asumibles.
Suelen ser víctimas preferentes de estas infecciones, los pacientes de edad, post-operados, pacientes sometidos a sondaje vesical y cateterismo venoso.


El caso objeto de investigación y denuncia en el Reino Unido, tiene especial gravedad por su abultado número de victimas y por las condiciones en que los profesionales debían de ejercer su labor.


Los tres centros gestionados por la corporación Maidstone and Trunbridge Wells NHS Trust, administraban 900 camas. En estos centros se han producido las infecciones que han ocasionado estas muertes.
El Sistema Nacional de Salud británico, llevó a cabo una exhaustiva investigación que arroja detalles y datos espeluznantes que además de atentar contra la dignidad de los pacientes y los profesionales vulneran e incumplen las más elementales normas de prevención e higiene hospitalaria.


Los investigadores concluyeron que toda esta problemática se debía a que el personal trabajaba a destajo, presionado por los directivos de la corporación para poner más interés en acortar las listas de espera que en observar los cuidados y medidas necesarios para no convertirse en transmisores de infecciones.

Este estilo de gestión, basado en el más salvaje economicismo, convierte a los pacientes en mercancía, en bultos anónimos y a los profesionales, los embrutece y deshumaniza.


Los investigadores ponen de relieve las condiciones de estos centros, siendo el común denominador la falta de higiene y la suciedad en estos centros, así como la política del consorcio gestor para abaratar costos.

Las salas de los hospitales inspeccionados, olían a diarrea, los pacientes al ingresar, usaban las sábanas de otros enfermos y eran obligados a defecar en la propia cama al no disponer de personal suficiente para acompañarles al baño. Otro inaceptable detalle, es la suciedad y el mal estado en que se encontraba el material medico.


Me podría extender en dar datos que poco aportarían a este caso. Lo que si me interesa resaltar, es en que marco y condiciones se dan estos casos.
El sistema de salud británico era un modelo en el que se miraban muchos países. Era un modelo a seguir, modélico y bien organizado.


El periodo de Margaret Thatcher y Major fue nefasto para todo lo público y en especial para la sanidad. Con la llegada del nuevo laborismo de Tony Blair la cosa no cambió y se acentuó el importante déficit que se venía arrastrando, consolidándose las políticas de “subcontratación” de los centros sanitarios públicos.



Una empresa privada que maneja fondos públicos intentará por todos los medios aplicar medidas correctoras del “gasto” y por lo primero que empezará es por el capítulo de personal, mas tarde seguirá con otros, pero el esencial es este por lo abultado del presupuesto que este capítulo se lleva.
Ninguna empresa trabaja para no obtener beneficios y, la forma de obtenerlos es reducir la calidad y la cantidad de los servicios: el personal (ya citado), lavandería, limpieza, calidad de la comida etc.


Los centros en manos de gestores desaprensivos acaban siendo motivo de titular en primera página de los periódicos y en ocasiones, estos escándalos son motivo de investigaciones judiciales que, por otro lado, nunca acaban de encontrar el o los responsables de la situación.

Cuando esto sucede, rápidamente se intenta endosar las culpas al personal sanitario, ya sean médicos o enfermeras. Por algo son las personas que más directamente tratan con enfermos y familiares soportando a diario la presión de las quejas, justificadas o no.

En nuestro país, alguien debería tomar buena nota de este lamentable episodio, pues estas modas de gestión, han comenzado desde hace un tiempo, a tomar cuerpo en España.

¿Qué mecanismos de control ejerce la administración sobre los centros concertados? ¿Cada cuánto tiempo? ¿Se audita regularmente o sólo cuando hay una denuncia?

Si no queremos emular a un país avanzado como el Reino Unido, alguien debería revisar estas políticas de externalización de la gestión de las instituciones que deben dar un servicio tan importante como cuidar de la salud de los ciudadanos.




1 comentario:

manuel allue dijo...

No sabía nada (absolutamente nada) del sistema hospitalario británico. Y poco sé del español excepto lo que me cuentan o lo que sospecho. Mea culpa. Soy poco usuario, afortunadamente, y los usuarios vecinos a veces no me cuentan la verdad. Ja parlarem.

Pero hace unos años, en un viaje a Londres, pude ver (y escribí sobre ello) una espléndida exposición fotográfica y documental sobre el antiguo hospital psiquiátrico de Bethlem. Me quedé impresionado porque se trataba sobre todo de retratos de enfermos de finales del XIX afectados de "accute mania" o de lo que entonces se llamaba "melancholia". Conservo el catálogo, desde luego, pero sobre todo conservo el escalofrío de la belleza morbosa de todo ello.

No tiene nada que ver con tu post pero sí, a lo mejor, con una sanidad o con una enfermedad de color sepia que me conmocionó. Eso es todo.