jueves, 13 de marzo de 2008

NUEVA LEGISLATURA, VIEJA DERECHA


Pasó el 9 –M y descansamos de esta larga campaña electoral que ha durado cuatro tediosos y largos años. Entre todos, han llegado a provocar el hartazgo de la ciudadanía y aún así, la participación en estos comicios ha sido alta.
La importante participación en estas elecciones hay que valorarla en clave de reacción a lo que podía suceder en este país si el PP ganaba las elecciones y también por lo manifiesto y claro que ha quedado que a la gente la política si le importa.El resultado de estas elecciones ha hecho evidente la clara bipolarización que experimenta España. Estos cuatro años de legislatura han sido, quizás los más duros de estos treinta últimos años. La confrontación que se vivía en el Parlamento, ha trascendido a las calles, que han sido tomadas por una derecha que se ha mostrado como lo que es: la derecha más intransigente y reaccionaria de Europa.


El fenómeno de masas que asomaba por todos los rincones de España manifestando su rechazo a los cambios que suponían determinadas leyes promovidas por el Gobierno de Rodríguez Zapatero, ha evidenciado la transversalidad de esta parte de la sociedad que acudía a las convocatorias, ya fueran estas de la Conferencia Episcopal, el Foro de la Familia, la AVT o el propio PP.
Estos nutridos grupos de personas, eran representativos de lo más variado que integra esta sociedad y sin ningún sonrojo, lo podemos calificar de fenómeno de masas Este hecho, creo yo, hay que contemplarlo dentro de la complejidad de los cambios sociales que ha experimentado la sociedad española en estos últimos años.


En las grandes movilizaciones de la derecha por motivos de lo más variopinto, en las que han salido a la calle muchos miles de personas que infatigablemente han estado al pie del cañón denunciando rabiosamente lo que consideraban atropellos a lo que para ellos era lo más sagrado. Unas veces ha sido la unidad de España, otras los matrimonios entre personas del mismo sexo, en otras la denuncia de las conversaciones del Gobierno con ETA.
La derecha sociológica de este país, ha estado en pie de guerra, movilizada constantemente durante los últimos cuatro años. La calle ha sido suya, han hecho uso y abuso de ella.
Mientras la izquierda y los sectores más avanzados de la sociedad, se han mantenido en una actitud defensiva, lamentándose de todo este estado de cosas y en ocasiones casi han ofrecido la otra mejilla. Me atrevo a decir que han sido excesivamente prudentes.Lo que se ha vivido durante estos años, ha sido algo así como el mundo al revés. La izquierda se ha visto atacada y ha resistido en sus cuarteles de invierno y la derecha ha adoptado formas de rechazo y protesta más propias de la izquierda, intentando ganar en la calle lo que les ha negado la voluntad popular, con la diferencia de que la izquierda tradicionalmente ha tomado la calle para defender ideas de progreso y emancipación social.

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