lunes, 18 de febrero de 2008

KOSOVO



El Mariscal Tito debe removerse en su tumba



De nuevo las cosas andan revueltas en la antigua Yugoslavia. Después de pasar por una de las más sanguinarias guerras civiles aquél país quedó fragmentado y destruido con un incontable número de muertos y desaparecidos, amén de los que salieron huyendo a otros países en busca de un poco de paz y una vida nueva si es que esto es posible.




Todo ello ocurrió a una hora y media de avión de donde nosotros vivimos, con la pasividad de las potencias europeas que deshojaban la margarita mientras en aquél país se cometían verdaderas atrocidades.



Europa no puede estar nada contenta ni mucho menos orgullosa de su papel en aquél conflicto y el Estado Vaticano menos. No en vano fueron los alemanes y el estado papal quienes reconocieron la independencia de Croacia; hecho que no hizo más que echar leña al fuego de la caldera balcánica.



Ayer día 17 de febrero los kosovares proclamaron la independencia. Aquí, en nuestro país, no han faltado los que buscando paralelismos inexistentes, se han lanzado a celebrarlo.



Kosovo ha sido y es un factor de inestabilidad en aquella región y la proclamación de independencia no hace más que debilitar el frágil equilibrio de fuerzas que permiten mantener un clima lo más parecido posible a una situación de normalidad. No en vano las fuerzas de la KFOR están presentes en aquella región para mediar y actuar de fuerza de interposición cuando este equilibrio peligra.



Mencionaba más arriba que en España no han faltado quienes hayan buscado y encontrado paralelismos más o menos ficticios entre Kosovo y los nacionalismos realmente existentes aquí en España. El Gobierno Vasco ha salido en defensa de los kosovares y ha saludado su proclamación de independencia. También en Barcelona la cúpula de ERC ha brindado con cava por la secesión kosovar.










A la hora de buscar analogías o paralelismos hay que ahondar un poco y poner de relieve lo que nos diferencia de Kosovo, que no es precisamente poco.





Dejando por un momento de lado el “sentimiento nacional “, existen aspecto diferenciadores de orden económico, social y político que echan por tierra cualquier atisbo de paralelismo.




Kosovo no forma parte de la Comunidad europea (dato poco relevante a los ojos de muchos), es un país con un tejido industrial casi inexistente, con unas tasas de analfabetismo altísimas y un atraso en todos los órdenes que lo distancia de los niveles más bajos de algunos países recientemente incorporados a la CE.




El nacionalismo kosovar se basa casi exclusivamente en principios étnicos, echo que lo distancia de cualquier hipotético candidato a seguir sus pasos en la CE.




Mister Bush apoya la independencia de Kosovo. ¿Qué motivos tiene?, de momento y a modo de análisis de urgencia me atrevo a afirmar que sembrar la discordia en el seno de la CE forma parte de sus objetivos.




Europa debería ser capaz de hablar con una sola voz ante este y otros conflictos. De haberlo hecho así en otras ocasiones, no hubiéramos que lamentarnos de tantas cosas.




Los kosovares al igual que hicieron otros países de la Europa del este, enarbolan la bandera americana junto a la propia, creen que el Tío Sam va ha solucionar sus miserias. Lo que no saben es que nadie da nada gratis y menos los americanos, aunque bombardeen a los servios cuando estos les quieren exterminar.




La proclamación de independencia de Kosovo, que no cuenta con el reconocimiento del Gobierno de España, viene a complicar una vez más la ya de por si, casi inexistente homogeneidad de criterio en política exterior de la CE.




Los integrantes de la CE más proclives a sucumbir a los cantos de sirena del los americanos (léase presiones) que al mismo tiempo son receptores netos de fondos de cohesión, son los que más dificultades van a ocasionar para la consecución de posturas claras y firmes por parte de la CE. No olvidemos las trabas que puso Polonia al nuevo tratado (constitución) europeo.




No se debe consentir una posición tan poco solidaria de estos países o dicho de otra manera: no podemos consentir que muerdan la mano que les da de comer, por lo menos sin que haya sanciones.















No hay comentarios: