"FETS, NO PARAULES"

Algo tendrá el agua cuando la bendicen

El problema de escasez de agua en Catalunya y muy especialmente en el área metropolitana de Barcelona, ha abierto un debate a nivel político y ciudadano no exento de contradicciones y salidas de tono por parte de muchos (o unos cuantos) que quieren rebañar algo que contribuya a engordar su crédito ante la ciudadanía.

La propuesta del Conseller Baltasar no me parece la más acertada, ni técnica ni políticamente, habida cuanta del posicionamiento del Gobierno central en materia de trasvases.

El hecho de proponer como solución un trasvase y enrocarse en este posicionamiento conociendo de antemano que no es una competencia transferida, es crear un problema donde no debería haberlo, en el bien entendido, que cuando hay demasiados frentes abiertos, es de tontos crear uno nuevo, que lo único que hace es debilitar la autoridad y la fuerza de quien mea fuera del orinal.
Después de la batalla que se libró en contra del trasvase de las aguas del Ebro que debían abastecer los proyectos megalómanos del Levante, no es de recibo abrir de nuevo el debate con argumentos que entrar en franca contradicción con los que se esgrimieron para combatir el proyecto de trasvase que por suerte ya está enterrado.

Francesc Baltasar ha metido la pata y ha hecho mal en mantener su posición. Con esta actitud, ha comprometido el ya de por sí difícil equilibrio que mantiene unido al gobierno tripartito que gobierna en Catalunya.

El Presidente del Gobierno, recién investido, tendrá que lidiar con este problema de falta de agua, que de no solventarse podría dejar sin agua a unos 5 millones de ciudadanos.Después de enfrentarse al President Montilla por este asunto, Rodríguez Zapatero deberá esmerarse en poner encima de la mesa y ejecutar las medidas más idóneas que aseguren el abastecimiento de agua a Barcelona.

Francesc Baltasar. Conseller de las aguas

El Presidente del Gobierno de España, deberá tener muy presente que Doña Mª Magdalena Álvarez no puede encargarse de gestionar nada que tenga que ver con Catalunya, su credibilidad y capacidad, están más que entredicho, expresado de otra manera se puede afirmar, sin riesgo a ser desmedido, que mejor que no venga, que nos olvide. Su papel en la gestión de los problemas de Cercanías y las obras del AVE, han dejado un recuerdo imborrable de ella, y no precisamente para bien.

No entiendo los motivos que han hecho que esta inútil señora, haya sido ratificada en su cargo. Manuel Chávez y Rodríguez Zapatero lo deben saber pero mucho me temo que no nos lo van a contar.

El nivel de confianza otorgado en Catalunya en las pasadas elecciones, merecería a mí entender, un cambio en la actitud del Gobierno hacia Catalunya, hacia las soluciones de los problemas reales que tiene y en los que el Gobierno central tiene competencias exclusivas.

Sería bueno que una acción adecuada, firme y eficaz, pudiera lavar la imagen negativa que ha dejado la gestión del ejecutivo central en Catalunya en la gestión y ejecución de las infraestructuras.El apoyo dado está ahí y se nota, y aún no siendo incondicional, lo parece, dado que es difícil separar los votos fieles y convencidos de los otros, de los que como yo y muchos otros ejercimos una nueva modalidad de sufragio que estoy pensando en patentar. Se conoce con el nombre de “contravoto”, es decir, voto a estos para que no gobiernen los “otros”.