miércoles, 16 de mayo de 2007

ELECCIONES


Artur Mas en campaña

Dentro de pocos días se celebrarán las elecciones municipales y también autonómicas en algunas comunidades. Metidos de lleno en esta campaña electoral, que oficiosamente hace ya mucho que se ha iniciado empezamos a oír afirmaciones chirriantes que más que proclamas que inviten al ejercicio democrático de participar y votar parecen se parecen más a una invitación a la rebelión ciudadana contra el gobierno.

El Partido Popular sigue erre que erre con sus trece: Todo va mal y es por culpa del gobierno de Rodríguez Zapatero. Se mezclan a diario churras con merinas, la independencia del Poder judicial con los más mezquinos intereses de la cúpula de la calla Génova; y en eso irrumpe Aznar con una copa de vino en la mano y la lengua un poco torpe por los efectos del caldo de la Ribera del Duero lanzando liberales descalificaciones sobre las limitaciones impuestas a los conductores en lo que al beber y conducir se refiere.
Se podrá estar o no de acuerdo con lo dispuesto en esta materia por el gobierno, pero un expresidente, por sentido responsabilidad y por decencia no debería hacer este tipo de comentarios. De todas maneras lo que de Aznar venga, ya no nos puede sorprender por estrambótico o irresponsable que sea: él es así.

A nivel general en esta campaña todo gira alrededor de la ilegalización de la nueva marca de Batasuna: ANV y otras agrupaciones de electores. Para el PP el gobierno debería de haber tomado iniciativas más drásticas para que esa gente no pudiera estar presente en estos comicios. Es por todos conocida la facilidad con que la caspa popular arremete contra todo y contra todos cuando del teme del terrorismo y sus aledaños se trata.
El gobierno a mí entender ha actuado con arreglo a derecho y ejercitando las acciones legales que le son propias: ha puesto en manos de la Fiscalía general el asunto y esta ha actuado como se hace en los regímenes democráticos. Lo que proponía el PP eran soluciones propias de república bananera.

En Catalunya dónde sólo se celebrarán elecciones municipales, todos los candidatos se afanan en prometer soluciones para todos los problemas, ya se sabe, ahora prometo y después me olvido de los disparates que he dicho y a otra cosa mariposa.
Las inauguraciones, el asfaltado de calles, el replantado de los jardines abandonados y un largo etcétera de actuaciones electoralistas se suceden estos días en la inmensa mayoría de pueblos y ciudades de nuestra geografía. ¡Tendrán morro!
La guinda en el pastel la ha puesto Don Arturo Mas y Gabarró, secretario general de la federación conocida con el nombre de “Conveniencia i Unió”. Este hombre en su afán de obtener protagonismo ha emulado al flamante presidente de la República francesa Nicolás Sarkosy con su discurso de ribetes xenófobos.
Don Arturo ha acusado al Govern de la Generalitat de inoperante y que gracias a esta inoperancia, Catalunya se ha convertido en refugio de terroristas islamistas. Esto es muy gordo, muy grave y pone de manifiesto una vez más la poca talla a todos los niveles de este delfín de Jordi Pujol. Su socio en la federación Durán Lleida, no habría dicho nunca este disparate y Piqué tampoco y mucho menos Jordi Pujol.
Afirmaciones de este calibre y gravedad no pueden quedar como si no hubiera pasado nada. Demuestran un carácter que debería hacer desconfiar a los ciudadanos de los políticos de esta calaña y sería deseable que tuviera repercusión en las urnas.
Don Arturo Mas se ha situado un poco más cerca del PP y un poco más lejos de la centralidad y la moderación introduciendo en el clima político de Catalunya elementos más propios de la caverna filogolpista de la COPE y otros medios como el Mundo y sus aledaños.
Tanto el PP como CiU, tienen mal perder, sus acciones los demuestran. Salvando las distancias –que existen- sus reacciones cuando son descabalgados del poder y el coche oficial son muy parecidas. Será por una cuestión de genes; digo yo, vamos.

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