La Macarena llora por EspañaDon Federico Jiménez Losfascios, le gusta la canción española aquella tan antigua y que muy probablemente, fue la primera que escucharon nuestros inocentes oídos infantiles al calor de la mesa camilla. El desaparecido y tan llorado Manolo Vázquez Montalbán, escribió largo y tendido sobre este tema en su Crónica Sentimental de España.
Parece ser que Don Federico, desea fervientemente que en las próximas manifestaciones o concentraciones de la caspa, la megafonía preparada para arengar a los amigos manifestantes, amenice el festejo con un potpurrí de canción española. Él viene utilizando la melodía “Suspiros de España” en su programa de una conocida cadena de radio.
Me parece que esto ya es pasarse. Un servidor ha pasado muchos años odiando estas músicas por que las relacionaba con el franquismo, las restricciones, la roña, las sotanas el zotal y con una idea uniformizadora de España que machaconamente se infiltraba por todos les resquicios de nuestro cerebro.
Con el tiempo –y con libertad- uno aprende a relativizar un poco las cosas y puede ser capaz de disociar aquellas músicas y canciones de la cutrez de aquella época, de aquel régimen que amargó y quitó vidas, que torció biografías y asfixió un país estero.
Con demasiada frecuencia, nos están recordando lo cutre y triste que fue aquella etapa de nuestras vidas. Iniciativas como las de Don Federico, hacen un flaco favor a la música española de aquella etapa. La derecha, de nuevo se apropia de unos rasgos de la cultura que son patrimonio –permítaseme decir- sentimental de cada uno de nosotros.
La identificación de la españolidad que esta gente esgrime y quiere utilizar también como arma arrojadiza en su empeño en acabar con la antiespaña encarnada con el Gobierno de ZP, no es la identificación que tienen la mayoría de los ciudadanos de este país, que dejaron atrás hace mucho, “El emigrante “(en Cornellá o en la vendimia francesa), de Antonio Molina, “Soy minero” en ( Bélgica o Alemania)
Parece ser que Don Federico, desea fervientemente que en las próximas manifestaciones o concentraciones de la caspa, la megafonía preparada para arengar a los amigos manifestantes, amenice el festejo con un potpurrí de canción española. Él viene utilizando la melodía “Suspiros de España” en su programa de una conocida cadena de radio.
Me parece que esto ya es pasarse. Un servidor ha pasado muchos años odiando estas músicas por que las relacionaba con el franquismo, las restricciones, la roña, las sotanas el zotal y con una idea uniformizadora de España que machaconamente se infiltraba por todos les resquicios de nuestro cerebro.
Con el tiempo –y con libertad- uno aprende a relativizar un poco las cosas y puede ser capaz de disociar aquellas músicas y canciones de la cutrez de aquella época, de aquel régimen que amargó y quitó vidas, que torció biografías y asfixió un país estero.
Con demasiada frecuencia, nos están recordando lo cutre y triste que fue aquella etapa de nuestras vidas. Iniciativas como las de Don Federico, hacen un flaco favor a la música española de aquella etapa. La derecha, de nuevo se apropia de unos rasgos de la cultura que son patrimonio –permítaseme decir- sentimental de cada uno de nosotros.
La identificación de la españolidad que esta gente esgrime y quiere utilizar también como arma arrojadiza en su empeño en acabar con la antiespaña encarnada con el Gobierno de ZP, no es la identificación que tienen la mayoría de los ciudadanos de este país, que dejaron atrás hace mucho, “El emigrante “(en Cornellá o en la vendimia francesa), de Antonio Molina, “Soy minero” en ( Bélgica o Alemania)
No hay comentarios:
Publicar un comentario