Carca con boina y bigote
El PP ha anunciado una nueva movilización para el próximo sábado. No sé cuantas lleva en lo que va de año, con nombre propio o apoyando a la AVT. De todas maneras, no se sabe donde empiezan unos y terminan los otros.
Seguramente, deberíamos estar acostumbrados a estos esperpénticos espectáculos con que la caspa ameniza las tardes de los sábados. Unas veces con funcionarios episcopales, otras con el acompañamiento de las camadas fascistas de Ynestrillas con bandera preconstitucional incluida.
Normalmente, estas manifestaciones, vienen precedidas de encendidos discursos apocalípticos, que denuncian no sé cuantas rendiciones y sometimientos al chantaje de ETA.
Juan Ignacio de Juana, tristemente conocido por su biografía sangrienta, podrá pasar en su casa, el resto de su condena. El gesto del Gobierno que ha posibilitado este cambio en sus condiciones penitenciarias, ha sido motivado por su grave estado de salud motivado por una larga huelga de hambre y por que, saben que no les conviene por nada del mundo, contribuir a la creación de un mártir.
No se nos escapa, que haga lo que haga el Gobierno, al PP le va a parecer mal y que cualquier iniciativa gubernamental será motivo de encendidas acusaciones de rendición. Si lo mandan a casa, por que lo mandan y si se les muere a consecuencia de la huelga de hambre, por que no le obligan a comer.
En los últimos actos convocados por el PP o la AVT, se ha experimentado un cambio a peor en el tema de eslóganes, banderas e himnos. La incorporación del Himno oficial del Estado y algún otro de carácter militar, al finalizar el acto, contribuyan a que estos actos tengan cada vez más ese barniz fascistón que la derecha española, nunca ha abandonado.
Un buen amigo de Madrid, que está bien informado, comenta que en la organización de estos actos, hacen sentir su presencia algunas organizaciones militares, que últimamente andan revueltas y no se sabe muy bien el motivo. De ahí que se escuchara el himno “La muerte no es el final “.
El PP, está llevando la mala digestión de su derrota después del 11-M a unos extremos peligrosos, no sería nada atrevido suponer que en algún momento se les pueda ir de las manos esta situación de extrema crispación y enfrentamiento. De momento sus manifestantes, se conforman en acudir a la sede del PSOE a tirar tomates. No me quiero imaginar lo que se podría desencadenar si en alguna ocasión, algún energúmeno no se conformara con lanzar un tomate o una bolsa de pintura roja contra la fachada. No menos peligroso, seria que coincidieran dos manifestaciones de signo opuesto y que pasaran del insulto a la agresión.
El PP ha anunciado una nueva movilización para el próximo sábado. No sé cuantas lleva en lo que va de año, con nombre propio o apoyando a la AVT. De todas maneras, no se sabe donde empiezan unos y terminan los otros.
Seguramente, deberíamos estar acostumbrados a estos esperpénticos espectáculos con que la caspa ameniza las tardes de los sábados. Unas veces con funcionarios episcopales, otras con el acompañamiento de las camadas fascistas de Ynestrillas con bandera preconstitucional incluida.
Normalmente, estas manifestaciones, vienen precedidas de encendidos discursos apocalípticos, que denuncian no sé cuantas rendiciones y sometimientos al chantaje de ETA.
Juan Ignacio de Juana, tristemente conocido por su biografía sangrienta, podrá pasar en su casa, el resto de su condena. El gesto del Gobierno que ha posibilitado este cambio en sus condiciones penitenciarias, ha sido motivado por su grave estado de salud motivado por una larga huelga de hambre y por que, saben que no les conviene por nada del mundo, contribuir a la creación de un mártir.
No se nos escapa, que haga lo que haga el Gobierno, al PP le va a parecer mal y que cualquier iniciativa gubernamental será motivo de encendidas acusaciones de rendición. Si lo mandan a casa, por que lo mandan y si se les muere a consecuencia de la huelga de hambre, por que no le obligan a comer.
En los últimos actos convocados por el PP o la AVT, se ha experimentado un cambio a peor en el tema de eslóganes, banderas e himnos. La incorporación del Himno oficial del Estado y algún otro de carácter militar, al finalizar el acto, contribuyan a que estos actos tengan cada vez más ese barniz fascistón que la derecha española, nunca ha abandonado.
Un buen amigo de Madrid, que está bien informado, comenta que en la organización de estos actos, hacen sentir su presencia algunas organizaciones militares, que últimamente andan revueltas y no se sabe muy bien el motivo. De ahí que se escuchara el himno “La muerte no es el final “.
El PP, está llevando la mala digestión de su derrota después del 11-M a unos extremos peligrosos, no sería nada atrevido suponer que en algún momento se les pueda ir de las manos esta situación de extrema crispación y enfrentamiento. De momento sus manifestantes, se conforman en acudir a la sede del PSOE a tirar tomates. No me quiero imaginar lo que se podría desencadenar si en alguna ocasión, algún energúmeno no se conformara con lanzar un tomate o una bolsa de pintura roja contra la fachada. No menos peligroso, seria que coincidieran dos manifestaciones de signo opuesto y que pasaran del insulto a la agresión.
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