miércoles, 7 de marzo de 2007

MÁS LEÑA II


Nota: este caballero da su opinión sobre la derecha política y la de la sacristía


No quiero parecer pesado ni tampoco una persona obsesionada con el PP y sus andanzas, pero en este país, están sucediendo cosas muy graves.
Las cosas toman día a día, un cariz cada vez más violento. La estrategia de la tensión que implacablemente la cúpula popular con la colaboración de los medios de comunicación que le son afines aplica sobre la sociedad española, hace que el clima político sea cada vez más tenso y que los niveles de insulto y descalificación aumenten día tras día.
El papel de la Iglesia, representa la guinda que corona el pastel. Las declaraciones de autorizados miembros de la jerarquía eclesiástica cierran el círculo maléfico que pretende ahogar al Gobierno.
El PP, pretende ganar en la calle, lo que perdió en las urnas por su mala cabeza, y aliados, no le faltan.
He discutido en ocasiones sobre el auténtico compromiso democrático de las gentes del PP y muchas veces me he quedado solo, sosteniendo que la democracia es para ellos sólo un medio, un instrumento para hacer lo que mejor se le da a la derecha española desde siempre: Poseer el país. Digo poseer, porque esta derecha, cuando ha tenido el poder, se ha comportado, como si España fuera su finca particular.
La derecha española siempre ha sido autoritaria, y ha hacho enmudecer cualquier proyecto de derecha ilustrada liberal con un compromiso serio con el sistema democrático.
Creo que el compromiso de ese sector dominante de la derecha española, es puramente estratégico, pues los pronunciamientos con baño de sangre incluido son antiestéticos y ya no se estilan.
Con la bronca permanente, el PP se está llevando una gran victoria estos días, ya que, la bronca, actúa como cortina de humo que coloca en segundo término, algo muy importante que está sucediendo estos días: El juicio de la masacre del 11-M
Este juicio que está dirigido con mano de hierro por el juez Gómez Bermúdez, aporta día a día luz sobre lo sucedido, la gestación de aquella masacre y la gran mentira urdida desde aquel gobierno de triste recuerdo, cuyas cabezas más visibles en aquellos días fueron Acebes, Zaplana y Rajoy, bajo la sombra de Aznar.
La estrategia de la conspiración defendida contra viento y marea por el PP y sus compañeros de viaje, se está deshaciendo como un terrón de azúcar. La implicación de ETA en el mayor atentado sucedido en Europa, sólo la mantienen quienes nos llevaron a participar en una guerra injusta e ilegal de la mano de Bush. Queda cada día más claro que fue esta participación en la guerra, lo que provocó esta brutal agresión contra los ciudadanos de Madrid y su entorno. Precisamente estos ciudadanos que habían manifestado su no rotundo a la guerra.

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