lunes, 9 de abril de 2007

MARINA GELI II



Doña Marina Geli, es una bella dama y una afamada nadadora estilo libre.


Dediqué el último artículo a Marina Geli y a su propuesta de copago en la Sanidad Pública. Si bien mostré mi conformidad en este espinoso tema, también hice hincapié en otras cosas que la máxima responsable de la Sanidad en Cataluña debería resolver antes de implantar el copago con o sin acuerdo del resto de Comunidades Autónomas y el Gobierno del Estado.

La herencia dejada por los veintitantos años de desgobierno nacionalista ha sido un lastre que ha impedido realizar cualquier cambio sustancial en el funcionamiento interno del sistema, pero hubiera sido de agradecer, una señal bien visible que indicara que las cosas podían e iban a cambiar. Por desgracia esto no ha sido así. Se anunció una Ley de Reforma del ICS en la anterior legislatura que quedó embarrancada por el fracaso de aquel gobierno tripartito. La ley está ahora en el Parlament, se espera que su tramitación sea larga y que en este camino parlamentario, posiblemente queden diluidos aspectos importantes de esta ley. Me refiero a los aspectos más rompedores con la inercia y con los privilegios establecidos de facto, mantenidos, corregidos y aumentados durante décadas.

En esta ley, se habla hasta la saciedad de buena gestión, me parece muy bien, pero la participación de todos los que son actores y están directamente implicados en el quehacer diario de la Sanidad, es imprescindible si se quiere que esta reforma sea un instrumento realmente eficaz para cambiar las cosas.
No se puede estar pidiendo constantemente colaboración e identificación con la institución y luego no tener en cuenta a los que hacen posible que esta máquina con múltiples engranajes, funcione medianamente bien y con unos estándares de calidad que rocen la excelencia.
Si el resultado de esta ley es un pasteleo que permita a los de siempre seguir haciendo lo mismo y dan con la puerta en las narices al resto de profesionales, vamos a tener un serio problema y la credibilidad de quienes son depositarios de las esperanzas de muchos, va a perderse. De un gobierno del estilo de CiU, lo podemos esperar todo y las pruebas ahí están, en cambio, no sería de recibo que la izquierda gobernante, se contagiara de los mismos tics y defraudara con políticas nada alejadas de la derecha.

He escrito en este blog, que deberíamos pensar los hospitales de forma distinta, pues los retos y necesidades actuales distan bastante de las de hace veinte años. Los criterios de organización deben adaptarse y hacerlos útiles para el que trabaja y el que recibe la atención que en definitiva es el que cuenta.

Solo poniendo orden en casa, administrando bien y gastando racionalmente, podremos pedir al usuario que se corresponsabilice y contribuya aunque sea simbólicamente con su aportación económica suplementaria cuando acceda al centro sanitário.

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