Cuando falta un mes para la celebración de las elecciones municipales y autonómicas en unas cuantas comunidades, la juez suplente titular del juzgado nº 3 de Melilla, se ha quitado de encima con mucho desparpajo y ligereza el caso que implicaba a altos cargos del PP de aquella ciudad autónoma.
La juez dona Julia Adamuz, no ha encontrado dolosa la confección de impresos de voto por correo que encargó el gerente del PP a una imprenta de aquella ciudad.
Lo acordado por la juez, viene a decir más o menos lo siguiente: el desconocimiento de la ley, exime de su cumplimiento y más cuando no se actúa de mala fe. El mundo al revés vaya.
La ignorancia de la ley no exime de su cumplimento. Sin este principio paradójicamente injusto, se hundiría todo el orden legal.
La juez ha actuado con precipitación acordando el sobreseimiento del caso con argumentos tan peregrinos y poco consistentes jurídicamente que hacen sospechar a muchas personas malpensadas como yo que esta juez no está capacitada para desempeñar su labor o bien que está prevaricando al emitir sentencias tan escandalosas.
El ministerio fiscal, solicitó diligencias que fueron desestimadas por su señoría sin parpadear lo más mínimo en lugar –ante lo grave del caso- de valorar escrupulosamente todos y cada uno de los extremos del caso, sabiendo además que todo el mundo teníamos puestos los ojos en Melilla.
Doña Julia Ademuz, ha hecho un flaco favor a la ciudadanía española, a la democracia y al ya muy denostado prestigio de la judicatura.
El capote judicial que ha echado la jueza de Melilla al PP, ha sido monumental. Con la chulería que les caracteriza, los dirigentes del PP van denunciando complots y extrañas maniobras del gobierno para dañar su limpia imagen.
La derecha española, ha desempolvado los viejos usos y costumbres decimonónicos que les dieron fama: muertos que resucitan en el censo, compra de votos, manipulación del censo etc.…
En varios lugares de nuestra geografía se están dando casos de alcaldes que censan a toda prisa a decenas de personas en el propio domicilio del alcalde, presos que son censados de forma irregular como es el caso de la población de Oteiro del Rei (Lugo), cuyo alcalde José Pardo Lombau ha censado a presos de la cárcel que hay en su población.
La derecha española, tiene varios master en pucherazo, avalados con la práctica de muchos años y una larga tradición.
La cuestión es ganar como sea y después de lo que sabemos, parece que si es con trampa tiene más mérito y da más satisfacción, al fin y al cabo, son fieles seguidores de la tradición.
La juez dona Julia Adamuz, no ha encontrado dolosa la confección de impresos de voto por correo que encargó el gerente del PP a una imprenta de aquella ciudad.
Lo acordado por la juez, viene a decir más o menos lo siguiente: el desconocimiento de la ley, exime de su cumplimiento y más cuando no se actúa de mala fe. El mundo al revés vaya.
La ignorancia de la ley no exime de su cumplimento. Sin este principio paradójicamente injusto, se hundiría todo el orden legal.
La juez ha actuado con precipitación acordando el sobreseimiento del caso con argumentos tan peregrinos y poco consistentes jurídicamente que hacen sospechar a muchas personas malpensadas como yo que esta juez no está capacitada para desempeñar su labor o bien que está prevaricando al emitir sentencias tan escandalosas.
El ministerio fiscal, solicitó diligencias que fueron desestimadas por su señoría sin parpadear lo más mínimo en lugar –ante lo grave del caso- de valorar escrupulosamente todos y cada uno de los extremos del caso, sabiendo además que todo el mundo teníamos puestos los ojos en Melilla.
Doña Julia Ademuz, ha hecho un flaco favor a la ciudadanía española, a la democracia y al ya muy denostado prestigio de la judicatura.
El capote judicial que ha echado la jueza de Melilla al PP, ha sido monumental. Con la chulería que les caracteriza, los dirigentes del PP van denunciando complots y extrañas maniobras del gobierno para dañar su limpia imagen.
La derecha española, ha desempolvado los viejos usos y costumbres decimonónicos que les dieron fama: muertos que resucitan en el censo, compra de votos, manipulación del censo etc.…
En varios lugares de nuestra geografía se están dando casos de alcaldes que censan a toda prisa a decenas de personas en el propio domicilio del alcalde, presos que son censados de forma irregular como es el caso de la población de Oteiro del Rei (Lugo), cuyo alcalde José Pardo Lombau ha censado a presos de la cárcel que hay en su población.
La derecha española, tiene varios master en pucherazo, avalados con la práctica de muchos años y una larga tradición.
La cuestión es ganar como sea y después de lo que sabemos, parece que si es con trampa tiene más mérito y da más satisfacción, al fin y al cabo, son fieles seguidores de la tradición.
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